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Europa fuerza a la Fed a dejar abierta la puerta de los estímulos

La autoridad monetaria estadounidense se muestra algo más optimistas respecto a la recuperación en EE UU, pero advierte que los riesgos son significativos por el lastre de la crisis de la deuda soberana

La Reserva Federal sigue en pausa. Era lo esperado. El banco central estadounidense prefiere esperar, confiando en que las cosas irán a mejor en la economía cuando empiecen a resolverse los problemas en Europa. Sin embargo, bajo la superficie, la actividad es intensa en la institución que dirige Ben Bernanke, lo que podría traducirse en nuevos estímulos.

La recuperación en EE UU sigue anémica, dominada por una alta tasa de paro y un sector inmobiliario deprimido. La discusión estratégica que mantienen desde hace meses los miembros de la Fed podría así dar sus frutos a inicios de 2012, bajo la forma de una nueva inyección de liquidez dirigida a impulsar el sector inmobiliario comprando activos hipotecarios.

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La reunión era de especial interés, además, porque a partir de enero podría entrar en marcha la nueva estrategia de comunicación. Bernanke quiere dotar de más transparencia el trabajo de la Fed y educar al público. Eso podría llevarle a adoptar un objetivo explícito de inflación y una guía con la proyección de tipos, condicionada por su previsión de la evolución de la economía.

Bernanke, que hoy cumple 58 años, es el primero en expresar su frustración con el rendimiento de la economía. Y aunque los datos parecen ir a mejor en EE UU, frente a la contracción que se anticipa en Europa, no son lo suficientemente fuertes como para convencer a los miembros de la Fed. Pero tampoco cuenta con la unidad interna como para dar una sorpresa al mercado.

En su análisis de la coyuntura actual, la Fed habla en la nota que acompaña su decisión de que la expansión económica en EE UU es "moderada". E introduce un matiz, al señalar que esto sucede mientras el crecimiento global se desacelera. También habla de mejoras en el mercado laboral, aunque indica que el paro es elevado. Y la inflación, añade, sigue estable.

El principal riesgo para la economía en este momento es, advierte de nuevo la Fed, la tensión en los mercado financieros. Es su forma de referirse indirectamente a las turbulencias generadas por la crisis de la deuda soberana en Europa. Y garantiza que seguirá de cerca la evolución de la situación para actuar si fuera necesario, para apoyar la recuperación.

Los tipos de interés están estancados en la banda del 0% al 0,25% desde diciembre de 2008, y la Fed vuelve a indicar que seguirán excepcionalmente bajos hasta al menos mediados de 2013. Tres años durante los que la Fed tuvo que recurrir a mecanismos de política monetaria más allá de los instrumentos convencionales para sostener la economía y el sistema financiero.

La marcha del empleo será clave en la estrategia futura. Algunos miembros de la Fed ya han dicho que defenderán que se mantenga la estrategia actual mientras el paro no baje del 7% -en noviembre bajó al 8,6% porque se contrajo la fuerza laboral. En cuanto a la inflación, se mantiene estable y el banco central de EE UU se siente cómodo mientras la subyacente no supere el 3%.

La atención de Wall Street y de los expertos se dirige, por tanto, a la próxima reunión a final de enero, que está programada para dos días. En ese momento, la Fed presentará además sus nuevas proyecciones económicas. Y Ben Bernanke tendrá entonces la oportunidad de explicar la estrategia en rueda de prensa, y no limitarse a un comunicado de seis párrafos.

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