La Generalitat y la cooperativa de L'Aldea aseguran que los clientes recuperarán sus ahorros
El colapso de la entidad ha dejado bloqueadas las cuentas de más de 3.000 personas
Los clientes de los depósitos vista -1,8 millones de euros- de la sección de crédito de la cooperativa agraria de L'Aldea (Tarragona) podrán recuperarlos en unas semanas, antes de Navidad. El resto, hasta seis millones en otros productos financieros, tardará un poco más. Así lo han asegurado el abogado de la cooperativa, Jordi Fernández, y el director general de Política Financiera de la Generalitat, Jordi Òliba. El consejo rector de la cooperativa al completo se ha reunido esta mañana en el departamento de Economía, en Barcelona, con Òliba y con la directora del Instituto Catalán del Crédito Agrario, Divina Alsinet, para desencallar la situación por la que 3.000 de los 4.376 habitantes del pueblo tienen bloqueadas sus cuentas y no pueden sacar dinero.
Después de la reunión han explicado que el problema que ha sufrido la sección de crédito es que desde verano la cooperativa hizo inversiones "muy grandes que no se han financiado adecuadamente por parte de una cooperativa agraria cuya capacidad de gestión es limitada". Entre estas inversiones, que han asegurado que se decidieron consensuadamente, figura un solar para ubicar invernaderos, un vivero y un nuevo sistema de regadíos. Òliba ha insistido en que la base de la cooperativa es sólida, "si no la estropean" los propios habitantes de L'Aldea. "Si mañana tienen que ir a recoger una lechuga, que lo hagan, porque si no se hubiera interrumpido la actividad habitual, la dinámica habitual de ingresos" habría evitado la actual situación.
Muchos de los clientes afectados son personas mayores. Francisco Javier Bertomeu, 68 años y agricultor jubilado, tiene sus ahorros, 54.000 euros, depositados en la cooperativa. "He trabajado toda mi vida en el campo, nunca hice ni una semana de vacaciones. Rodarán cabezas si no podemos recuperar el dinero. A mi mujer le han ingresado la pensión y no ha podido cobrarla. Ahora tenemos que passar el mes con la mía, 600 euros. No podemos pagar todas las facturas y comer a la vez", explica. A la madre de Dolors Cherta, octogenaria, le cuesta hablar por el disgusto y su hija cuenta su caso. "Caritas tiene que llevarle comida. Nosotros tampoco pasamos un buen momento económico, tenemos un hijo que estudia en la Universidad y a veces mi madre incluso nos ayudaba. El año pasado sufrió una embolia, ahora rezo para que no el pase nada, porque no podríamos afrontar los gastos de un hospital".
Los ahorros de Ramon Peris, 80 años, y Justina Domènech, de 78, 3.000 euros, están depositados en la cooperativa. "Somos gente humilde, en esta época de Navidad si ingresabas dinero te daban un aguinaldo", recuerdan. Ramon Carles Gelabert, de 59 años, al igual que el restode su familia ingresaba el dinero en la cooperativa. "Estos día pasamos con lo que podemos, incluso nos han tenido que prestar dinero", asegura.
El director general de Política Financiera afirmado que en un plazo de tiempo mayor, "hay activos suficientes para recuperar los depósitos" de los clientes. "Los productos con plazos de vencimientos mayores se podrán respetas", ha asegurado. "El problema se resolverá haciendo buena la inversión y asegurando la liquidez, no hará falta ni aval de la Generalitat", ha dicho Òliba.
El abogado de la cooperativa ha pedido "tranquilidad" y ha explicado que el próximo miércoles presentarán preconcurso de acreedores en Tarragona. "Hay salida a este problema y hoy hemos sentado las bases" ha concluido.
Tanto el director general de Política Financiera como la directora del Instituto Catalán de crédito Agrario han querido insistir en la solidez de las cooperativas agrícolas catalanas. "El sector agrícola siempre ha sido un sector prudente, ha invertido a largo plazo financiando a largo plazo, nunca se pignora, se busca la estabilidad, habitualmente apoyándose en el inmobiliario", ha explicado Alsinet. "El nivel de problemas es bajísimo, un agricultor no es un especulador", ha subrayado Òliba.
Con todo, de momento, la emergencia social ha llevado al Ayuntamiento y a Cáritas a ofrecer comida a afectados por el bloqueo que ahora no tienen dinero. Algunos vecinos, sobre todo gente mayor, ya han recurrido a estas ayudas.
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