Apple pierde el cetro de la empresa con más valor en Bolsa
La firma de Jobs se vio superada por Exxon en la víspera del fallecimiento de su creador. -Los inversores apuestan por la compañía y sus acciones suben hoy en Bolsa
Steve Jobs logró llevar a Apple a lo más alto hasta convertirla en la empresa más grande del mundo aunque, en la víspera del fallecimiento de su creador, perdió el cetro en favor de la petrolera Exxon, que el martes volvió a superar al fabricante tecnológico en capitalización bursátil. El cambio al frente de la clasificación de las mayores compañías por valor en Bolsa tuvo lugar después de una racha muy negativa en su cotización, que hasta ayer acumulaba ocho jornadas consecutivas a la baja.
El motivo de tantas ventas sobre sus acciones, que se intercambian a unos 370 dólares cada una (275 euros), fue la decepción de los usuarios ante la nueva versión del iPhone, que no ofrece grandes novedades. Durante la racha negativa que inició el 26 de septiembre, los títulos de la compañía de Cupertino perdieron más del 9% de su valor, aunque ayer lograron remontar un 1,54%. Hoy, tras conocerse la muerte de Jobs, también están cotizando al alza en el Nasdaq. A pocos minutos de la apertura avanzaban un 0,22% tras llegar a superar los 380 dólares.
Fue a principios del pasado agosto cuando la firma de la manzana se ponía por delante de la petrolera Exxon por primera vez en el ránking de las compañías con mayor capital en Bolsa. Desde entonces, ambas firmas se han alternado en varias ocasiones en la primera posición, pero hoy Exxon toma una distancia considerable. La petrolera vale algo menos de 356.000 millones de dólares, mientras que el gigante tecnológico de California se queda en unos 350.000 millones rasos.
La dimisión de Steve Jobs como consejero delegado de Apple a finales de agosto fue un palo para una empresa muy personal, en la que el peso de su líder era determinante. El reto entonces para la compañía era no decaer, seguir innovando y mantener el interés que despertaba cada nuevo aparato que presentaba Jobs. Esa reponsabilidad cae ahora sobre su sucesor, Tim Cook, que el martes hizo su primera presentación de un producto de Apple.
Pero las novedades del nuevo iPhone 4S son escasas, apenas una subida en los megapíxeles de la cámara (hasta ocho), un nuevo chip y vídeo de alta resolución; y los acólitos de Apple esperan, si no una revolución, al menos sí grandes avances en cada nuevo producto. No los hubo en la primera vez de Cook. Y para una empresa que disputa el primer puesto entre las cotizadas, una pequeña decepción se traduce en que bajen las expectativas de ventas (o, al menos, no suban) y eso, a su vez, en la pérdida de valor.
Jobs fundó Apple en 1976 junto a Steve Wozniak en el garaje de la familia que le adoptó de niño en Palo Alto (California) y tras dejar la universidad. Tenía 21 años. En 1985 fue despedido de la empresa por el entonces consejero delegado, John Sculley, y fundó NeXT y la productora Pixar, creadora de grandes éxitos de la animación como Toy Story, Cars o Wall-e, hoy propiedad de Disney. A finales de los noventa, Apple compró NeXT y Steve Jobs volvió a la compañía. Con él al frente, las acciones han pasado de tres dólares a superar los 350. La revalorización, además, cogió fuerza en los últimos años con los éxitos del iPod, primero, y el iPhone a partir de 2007. De hecho, Apple ni siquiera aparecía a finales de 2008 en la lista de las 50 empresas del mundo con mayor valor en Bolsa.
En ese ránking de grandes capitalizadas, la tercera posición la sigue ocupando Petrochina, mientras que dos tecnológicas rivales directas de Apple, Microsoft e IBM, se sitúan en cuarto y quinto puesto respectivamente; eso sí, a bastante distancia todavía de la empresa de la manzana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.