Toyota llama a revisión en España a 6.500 coches por un fallo de pérdida de combustible
Los modelos afectados son el Avensis y el Lexus IS 250.- El fabricante inspeccionará 1,7 millones de vehículos en todo el mundo, la mayoría en Japón
El mayor fabricante de automóviles del mundo, el japonés Toyota, vuelve a estar en apuros. Después de tener que llamar a revisión a 15 millones de sus vehículos en todo el mundo por problemas en el pedal del acelerador, la multinacional nipona ha anunciado este miércoles que otros 1,7 millones de automóviles tendrán que pasar por el taller, esta vez por fallos que pueden provocar una pérdida inesperada de combustible.
La mayoría de vehículos serán inspeccionados en Japón (1,2 millones), pero casi medio millón (421.000) circulan por otros países de Europa y en EE UU, en lo que supone el segundo mayor llamamiento a revisión en el país asiático de los últimos 70 años.
6.500 Avensis y Lexus afectados en España
En España podrían sufrir algún problema 6.500 automóviles de los modelos Aventis, una berlina familiar de tamaño medio, y Lexus IS 250, la versión más económica de la división de lujo del grupo japonés. La directora de comunicación de Toyota España, Clara Alberti, en conversación telefónica con este diario, ha informado de que la alerta afecta a los 5.997 Avensis matriculados en España en su versión de gasolina y comprados entre julio de 2000 y mayo de 2008. "En algunos de estos modelos", ha explicado Alberti, "se ha detectado que en ciertas condiciones meteorológicas extremas, podría producirse una pequeña grieta en la tubería combustible que haría que el coche perdiera gasolina". La responsable de prensa de Toyota ha aclarado que el modelo Avensis con motores diésel está libre de defectos.
Lexus ha confirmado a este diario que su modelo IS 250 gasolina también es sospechoso de tener pérdidas de gasolina. Son 465 vehículos fabricados entre 2007 y 2009, según ha explicado José Antonio Gálvez, director de comunicación de la marca en España. Gálvez ha querido rebajar la importancia de este aviso, al asegurar que solo afecta al 2% del parqué total de Lexus en España. Además, ha recordado que ninguno de sus clientes se ha puesto en contacto con ellos para informar de fallos o quejas. "Dentro del motor hay unos sensores de presión de la gasolina. Algunos de ellos pueden perder su capacidad de medir la presión por circunstancias como el paso del tiempo. Son pérdidas muy livianas pero que pueden afectar al rendimiento del vehículo, que podría dar alguna señal de avería", ha explicado este responsable, que ha dicho que en el resto de mercados donde tiene presencia Toyota solo se han registrado 95 denuncias.
Preventina y sin límite temporal
"La llamada a revisión es preventiva y no significa que todos los modelos tengan problemas", ha asegurado Alberti. El objetivo de Toyota es revisar los vehículos y, en el caso de localizar una avería, sustituir la pieza afectada. "Sin coste alguno para el conductor", aclara. La comunicación se hará a través de la Dirección General de Tráfico (DGT), que es quien dispone de los últimos datos de los propietarios de los vehículos. La DGT notificará a cada conductor los talleres de Toyota donde podrá pasar la revisión a su vehículo cuando así lo desee y de manera gratuita. Toyota dispone en España de 180 puntos de venta.
No es la primera vez que Toyota se ve obligada a advertir a sus conductores españoles de potenciales problemas en sus coches. En octubre de 2010, la multinacional revisó 2.446 vehículos, todos de la gama Lexus, por un fallo relacionado con el depósito de combustible y los frenos. A comienzos de ese mismo año, tras el anuncio de Toyota de que algunos coches tenían el acelerador defectuoso, 106.000 automóviles de ocho modelos distintos vendidos en España fueron sometidos a revisión.
En este caso, a diferencia de ahora, el fallo afectaba de lleno a la seguridad de la conducción, ya que se corría el riesgo de provocar una aceleración súbita del vehículo al atascarse el pedal de manera involuntaria con la alfombrilla.
Perdón y multa récord
El país donde más coches tendrán que volver al concesionario es Japón. Allí, el aviso afecta a las minifurgonetas Noah, Voxy e Isis, además de a su todoterreno urbano (SUV) RAV4 y algunos modelos Crown y versiones de Lexus fabricados entre 2000 y 2008. En Estados Unidos el problema en el sensor de presión del motor podría aparecer en 245.000 coches Lexus fabricados entre 2006 y 2009. Tras el anuncio, las acciones de la compañía han caído en la Bolsa de Tokio un 1,9% hasta cerrar en 3.400 yenes.
La decisión de Toyota supone un nuevo borrón en la maltrecha reputación de la multinacional, que desde finales de 2009 ha llamado a revisión a casi quince millones de vehículos en todo el mundo, buena parte de ellos en Estados Unidos, donde llegó a suspender la fabricación de ocho modelos por el recurrente problema del acelerador. El presidente del imperio automovilístico Akio Toyoda llegó a comparecer en el Congreso de EE UU el 25 de febrero de 2010 para dar explicaciones de las anomalías técnicas derivadas del fallo en el acelerador y asumir todas las culpas, en un intento de recuperar la confianza y despejar las incertidumbres del consumidor estadounidense. Las disculpas no exoneraron a Toyota de pagar la mayor sanción en la historia del sector automovilístico estadounidense. Una multa de 12 millones de euros, la máxima posible, por ocultar el defecto en el acelerador, poniendo en riesgo la seguridad de miles de estadounidenses. Toyota pagó el dinero pero rechazó las acusaciones de violación de la legislación en materia de seguridad.
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