Europa lamenta que China no cumpla el compromiso de reforzar su moneda
El primer ministro Wen Jiabao visita Bruselas entre el temor a un recrudecimiento de la "guerra de divisas"
Los representantes económicos de la eurozona no han logrado hoy su objetivo de arrancar al primer ministro chino, Wen Jiabao, de visita en Bruselas, una promesa para que su Gobierno eleve el valor de su moneda, infravalorada hasta en un 20% en los mercados según los analistas para favorecer las exportaciones. El compromiso de Pekín de que actuará para revalorizar el yuan ya lo tienen, así lo anunció el Banco Central de China en junio. Sin embargo, a la vista de lo sucedido desde entonces -la moneda, que tiene un cambio controlado, apenas ha subido un 2% desde entonces- es del todo insuficiente para las potencias occidentales.
En paralelo a los infructuosos esfuerzos de la UE y EE UU para que el Ejecutivo chino tome medidas o los llamamientos de la banca a buscar un gran acuerdo entre las principales potencias, otros países ya están moviendo ficha con vistas a un eventual recrudecimiento de la incipiente "guerra de divisas" que se está gestando en los mercados. Nadie la quiere, pero quien más y quien menos está tomando posiciones para hacerla frente, lo que a su vez redunda en la posibilidad de que se haga realidad. Los últimos, Brasil, que ayer, por segunda vez en poco más de una semana, ha tomado medidas para atajar la apreciación del real; y Corea, que ha aprobado medidas para atajar la especulación con las divisas.
Los líderes europeos son conscientes de que China se ha convertido en un importante aliado en la actual crisis de deuda a través de su política de compra de bonos, pero también saben que reducir el importante desequilibrio comercial que existe con el país ayudaría a la recuperación. De hecho, en la última década se ha triplicado el déficit comercial entre ambos ya que un yuan bajo favorece las exportaciones chinas y penaliza los productos estadounidenses y europeos. En esta aguas es donde hoy han hecho malarabismos el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, y el siempre cauto presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, para mostrarse consistentes en sus reclamaciones pero sin herir sensibilidades. Aunque la de hoy era la tercera cumbre con China sobre el mismo tema, no se ha cumplido el dicho.
Intentos frustrados de la 'troika'
En opinión del primero, el tipo de cambio real del yuan "permanece infravalorado" pese a las promesas del Gobierno, por lo que ha exigido a Pekín que emprenda una "significante" y "amplia" apreciación del mismo. Aunque Juncker también ha admitido que es consciente de que las autoridades del gigante asiático no comparten su opinión. Por su parte, Rehn ha optado por llevar el problema a la propia situación china para ver si lograba más éxito. El argumento utilizado, que una peor recuperación europea lastrará el crecimiento chino. Pero ni por esas. El último de la conocida como troika europea, Trichet, ha preferido tirar por el camino de en medio y ha celebrado el anuncio de Pekín de que seguirá comprando deuda pública de los países de la Eurozona.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ya dio muestras ayer, antes del encuentro de hoy, de que la posición de Pekín no había cambiado pese al malestar internacional, al abogar por mantener los tipos de cambio de las principales divisas de reserva "relativamente estables" para favorecer la recuperación económica, según dijo en su intervención en la inauguración de la cumbre ASEM.
En cuanto a la evolución de los marcadores, el dólar, condicionado por las dudas sobre la recuperación y las expectativas de que la Reserva Federal se pondrá en marcha para ayudar con una devaluación de su moneda a la débil recuperación de la primera potencia mundial, ha seguido hoy perdiendo posiciones frente al euro. La divisa europea ha rebasado los 1,38 dólares, su máximo desde principios de febrero. El yen, que también ha obligado al Banco de Japón a intervenir en el mercado para debilitarlo y no penalizar sus exportaciones, ha cedido posiciones ligeramente frente al dólar, aunque se mantiene cerca de sus valores más altos en 15 años. Mientras, el franco suizo, ha marcado un récord frente al dólar por segundo día consecutivo al cambiarse en 1,035 dólares.
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