Los mercados europeos recuperan la calma
El Ibex 35 rebota un 2,69% y da por finiquitado el ajuste tras la rebaja de ayer de la nota de solvencia de España.- La deuda también se recupera
Tras el varapalo de ayer, la Bolsa española ha recuperado la calma y ha logrado cerrar con una subida del 2,69% hast los 10.441 puntos, lo que le permite recuperar parte de las pérdidas del 7% registradas en las últimas dos sesiones. En el resto de Europa, el verde ha sido también el dominante con ganancias más moderadas entono al 1%, aunque ayer también cayeron menos que la española.
El rebote hace pensar que el mercado ha dado por finiquitado, por ahora, el ajuste después de las sucesivas rebajas de las notas de solvencia el martes de Grecia, Portugal y, finalmente y aunque su situación no sea ni mucho menos tan grave como en caso de la República Helénica, de la calificación de España. Fase cerrada y adiós a la alarma, pero la preocupación persiste. Con el camino que queda por recorrer para solucionar la crisis de la deuda soberana por lo que, tal y como ha ocurrido en los últimos meses, no se puede descartar que se produzcan nuevas noticias que vuelvan a precipitar los acontecimientos. De momento, la Bolsa, la deuda y el euro aprovechan la calma para coger aire.
El cierre al alza de ayer en Wall Street, que hoy ha vuelto a abrir con ganancias, y en menor medida, las llamadas a la tranquilidad del Gobierno sobre la decisión de la agencia de calificación Standard & Poor's, han amortiguado la señal de alarma en los mercados. Según ha reiterado hoy la vicepresidenta económica, Elena Salgado, los propios analistas de la agencia dijeron ayer que pese a su decisión, la deuda de España sigue manteniendo una "nota excelente". Además, ha insistido en que el Gobierno observa datos positivos que denotan síntomas de recuperación en la economía.
También el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha recordado en un artículo que publica hoy Cinco Días que las estimaciones que hace Standard & Poor's sobre el crecimiento de la economía española hasta 2016, la razón con las que argumenta la rebaja, están "claramente por debajo" de las previsiones no sólo del Gobierno español, sino también de la mayoría de las que realizan los analistas nacionales e internacionales. Asimismo, Campa ha descartado que la decisión vaya a modificar los planes de emisión de deuda para este año y ha asegurado que no afectará a los próximos vencimientos de bonos. España debe pagar 16.200 millones de euros en julio.
La deuda española modera su avance
En los mercados de deuda, los inversores ya venían descontando durante las pasadas jornadas la rebaja de rating de España, que consideraban como previsible tras los sucesivos recortes de la calidad crediticia de Grecia a nivel del bono basura y el descenso de la calificación de Portugal dos peldaños hasta el 'A-' anunciados el martes. Así, a partir del mediodía, la rentabilidad del bono español a 10 años ponía fin a la salida de fondos y a las órdenes de venta provocadas por la decisión de S&P y recortaba posiciones con respecto a ayer. En concreto, a las 16.00, su tipo bajaba seis puntos básicos hasta el 4,06%. La prima de riesgo, que mide el diferencial con el bund alemán, de referencia, se moderaba por debajo de la barrera de los 100 puntos básicos (un 0,98%) tras marcar un máximo en 130 en la mañana de ayer. El bono a dos años también se abarataba, un 0,18%, con lo que su rentabilidad caía del 2% y descendía al 1,6%.
Campa ha afirmado que lo que ha hecho la agencia es "mirar hacia patrones de medio y largo plazo" y no hacia el presente o hacia el pasado más reciente. En declaraciones a RNE, el secretario de Estado ha señalado además que las "vulnerabilidades" destacadas por S&P sobre la situación española "no son nuevas", pues son las mismas que había apuntado en febrero y que comparten todos los agentes. Entre ellas, ha citado la reforma del mercado laboral, el apalancamiento de la economía, el incremento del déficit público, la reestructuración del sistema financiero, y la capacidad de exportar y ganar competitividad.
A la espera de avances en las negociaciones entre la UE y el FMI con Atenas para poner en marcha el plan de rescate, que podrían dar resultados este fin de semana, el euro también recuperaba posiciones tras caer ayer al mínimo de los últimos doce meses en su cambio frente al dólar. A media mañana se cambiaba a 1,322 dólares. La razón de la depreciación de la divisa europea ha sido la salida de los fondos de pensiones, que han motivado un volumen de órdenes de venta desconocido desde la caída de Lehman Brothers.
Fuerte repunte de la Bolsa de Atenas
Fuera de las plazas importantes, la Bolsa de Atenas ha prorrogado el repunte de ayer y ha cerrado con una subida del 7,14%. En Lisboa, el SPI 20 portugués también avanzaba, un 3,87%. En cuanto a su deuda, el bono griego a diez años también lograba poner fin a las subidas ininterrumpidas de las últimas sesiones y fijaba su rentabilidad en 9,01%, un 0,93% menos que al cierre y lejos del récord del 11% que llegó a marcar ayer. Los títulos de Portugal que vencen en 2020 recortaban a su vez sus tipos 32 puntos básicos, aunque se mantienen sobre el 5% con un 5,4%. En los bonos a dos años, el recorte era más considerable, lógico si se tiene en cuenta que también fueron los que más han sufrido en los últimos días.
Este relajo de la presión de los inversores, según los analistas, pone en evidencia que el mercado está cerrando la fase de alarma tras el recorte de la nota de solvencia de la República Helénica al nivel de bono basura y el toque de atención a Portugal. No obstante, la situación dista de estar todavía solucionada. Grecia sigue sin tener dinero para afrontar el vencimiento de 8.500 millones de euros del 19 de mayo mientras sus socios del euro y el FMI no empiecen a librar sus créditos. En total, según las últimas estimaciones que ayer realizó el Fondo, Atenas necesitará hasta 135.000 millones de euros durante los próximos tres años, una cantidad que triplica los fondos previstos en el actual plan de rescate.
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