Los mercados reavivan la presión sobre la deuda de Grecia
La rentabilidad exigida a los bonos llega a superar el 7%, cuatro puntos más que la deuda alemana.- La divisa europea sufre frente al dólar y retrocede un 1,5%
Las dudas sobre el plan de ayuda de la UE y el FMI para ayudar a Grecia a solventar la grave crisis de deuda que pesa sobre el país han reavivado la presión de los mercados sobre los bonos griegos, que han aumentado su diferencial con el alemán hasta llegar a marcar en algunos momentos de la sesión su nivel más alto desde que entró en vigor el euro. El precio de los bonos griegos a 10 años ha llegado a caer hasta un nivel que implicaba una rentabilidad del 7,16%, cuatro puntos porcentuales (400 puntos básicos) más que la que se exige a la deuda alemana a ese mismo plazo. A última hora, sin embargo, la presión ha cedido ligeramente y el bono griego ha cerrado con una rentabilidad ligeramente inferior al 7%, frente al 3,14% de los títulos alemanes.
Hasta que hoy la prima de riesgo ha llegado a superar los 400 puntos básicos, el diferencial con la deuda alemana había marcado un máximo en 396 puntos básicos el 29 de enero, en plena tormenta de los mercados. Después, a mediados de febrero, se redujo hasta los 269 coincidiendo con el primer cierre de filas -político- que la UE dio en la cumbre de mediados de febrero; pero el regreso de las dudas sobre el plan ya aprobado también ha supuesto la reaparición de la presión sobre su deuda. El acuerdo para involucrar al FMI en el plan de rescate tampoco ha surtido efecto para tranquilizar a los inversores, que son conscientes de que Grecia debe hacer frente a fuertes emisiones este mes y el próximo para refinanciar su deuda.
En paralelo, los seguros por impago de deuda (credit-default swaps, CDS) también se han encarecido ante los mayores temores de que el escenario de insolvencia se haga realidad. Según datos del mercado a media sesión, han subido 30 puntos básicos hasta los 377, su mayor nivel de las últimas cinco semanas.
A su vez, las dudas sobre Grecia se han extendido hoy de nuevo a la cotización del euro, que caía a 1,337 dólares a dos horas del cierre de los mercados de EE UU.
El denotante del castigo de hoy ha sido una nota de la agencia Market News International, según la cual aumenta la posibilidad de que Atenas finalmente rechace el dinero del Fondo para no tener que hacer frente a sus draconianas condiciones. De poco han servido los desmentidos oficiales de las autoridades griegas, pues el mal de fondo es que el mecanismo de rescate es débil e inconcreto y no despeja las incertidumbres sobre la posición financiera del Estado griego.
El ataque de los mercados se ha producido un día antes de que la misión del FMI aterrice en Grecia para ayudar al Gobierno de Yorgos Papandreu a reducir su elevado déficit desde el 12,7% con el que cerró 2009 y su inasumible nivel de deuda pública, que está por encima del 120% del PIB, la bienvenida que han dado los mercados de deuda soberana no ha sido muy positiva. Según señalan analistas citados por Bloomberg, a medida que Grecia está conociendo las condiciones de un eventual préstamo para hacer frente a los vencimientos de deuda que tiene en próximas fechas -16.000 millones de euros entre el 20 de abril y el 23 de mayo-, más aumenta el temor entre el Gobierno de que sus "duros" requisitos acaben causando revueltas sociales.
Para hacer frente a estos pagos, que forman parte de un total de 50.000 millones que debe abonar a quienes han invertido en su deuda a lo largo de este año, Grecia ha anunciado hoy que una delegación de su Gobierno viajará a Estados Unidos para colocar entre 5.000 y 7.000 millones de dólares. Para convencer a los posibles inversores tras el fiasco de la operación de similares características que querían hacer en Asia, se venderá como una potencia emergente, según informa The Financial Times.
Según fuentes del Gobierno griego, las condiciones del FMI para liberar los fondos del plan de rescate obligarían a Atenas a adoptar nuevas medidas de ahorro en 2011 y 2012. A corto plazo, Papandreu ya adoptó en marzo un plan de reajuste fiscal con el que aspira a ahorrar 4.800 millones de euros en 2010. Las medidas incluyen aumentos de impuestos, recortes de los salarios del sector público y la congelación de las pensiones. De ahí el miedo a que nuevos recortes sociales acaben con la paciencia de la sociedad griega.
Durante los próximos 15 días, personal del organismo que preside Dominique Strauss-Kahn brindará asistencia técnica en el área fiscal a Atenas, específicamente para mejorar los ingresos de la administración y la gestión de las finanzas públicas.
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