Los altercados se repiten en otra jornada de huelga en Grecia
Una gran mayoría de griegos rechaza los recortes, según un sondeo. - Alemania "no dará ni un céntimo"
Los graves altercados entre los manifestantes y la Policía, así como con grupos de radicales, han vuelto a repetirse hoy en una nueva jornada de huelga convocada por los sindicatos mayoritarios en contra de las medidas de recorte del gasto y subida de impuestos que ha aprobado el Ejecutivo. Según informan medios locales, los incidentes se han saldado con la agresión por parte de extremistas de un líder sindical ante el Parlamento en Atenas. Además, las centrales han llamado a una nueva huelga general, la segunda desde que comenzó la crisis, para el próximo día 11 de este mes.
Durante una manifestación en Atenas a la que han acudido miles de personas, un grupo de unos 300 radicales armados con piedras y maderas han arremetido contra miembros del partido parlamentario Coalición de Izquierda (Syriza) para evitar que desplegaran una pancarta en el monumento al soldado desconocido, frente al Parlamento. Previamente, otros radicales han golpeado al presidente de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (Gsee), Gianis Panagópulos, cuando se dirigía a los manifestantes desde el estrado montado en las proximidades de la Cámara, que ha tenido que ser trasladado a la clínica del Parlamento para ser atendido.
Con anterioridad, unas 10.000 personas habían participado en otra manifestación convocada por el sindicato Pame, afiliado al Partido Comunista, que se ha desarrollado en calma ante el Parlamento, donde se exhibido pancartas que llamaban a "responder con guerra a la guerra de la plutocracia". Dentro de la Cámara, los diputados están celebrando una sesión para votar por el proyecto de ley que pone en marcha las nuevas medidas de recortes salariales y aumentos impositivos. Al mismo tiempo, el primer ministro girego, Yorgos Papandreu, visita Alemania para reunirse con la canciller Angela Merkel.
Con motivo de la huelga, los servicios públicos se han paralizado desde primera hora de la mañana, al tiempo que cientos de vuelos han sido interrumpidos o cancelados por la participación en un paro de cuatro horas de los controladores aéreos. El transporte público estará detenido durante toda la jornada. Según los sindicatos, los docentes, los médicos de los hospitales públicos y los trabajadores en los puertos también se han ausentado de sus labores.
Medidas "injustas"
Hasta el primer ministro Papandreu lo admitió el pasado miércoles: "las medidas -para superar la grave crisis financiera de la República helena- son duras y posiblemente injustas", pero son imprescindibles para "salvar el país", añadió. Hoy, un sondeo de la televisión confirma que las decisiones de austeridad anunciadas por el Gobierno para reducir el déficit no cuentan, ni de lejos, con el apoyo de los ciudadanos.
Si hace dos semanas otro sondeo reflejaba que los griegos respaldaban a su Ejecutivo y comprendía la necesidad de apretarse el cinturón ante el temor a una eventual suspensión de pagos del país, la concreción de las medidas les ha devuelto los pies al suelo. Según la encuesta de la televisión Skai, nueve de cada diez funcionarios rechazan la rebaja de un 30% de su segunda paga extra aprobada por el Ejecutivo, mientras que cerca de ocho de cada diez (un 76%) de los trabajadores del sector privado y jubilados también se oponen a la subida del IVA y la congelación de las pensiones.
Además, un 62% considera que la crisis y las medidas adoptadas por el Gobierno, que sí han sido celebradas por las instituciones internacionales y las agencias de ratificación, podrían desembocar en un importante malestar social, tal y como queda patente con la persistencia de los altercados en las diferentes manifestaciones convocadas hasta la fecha.
Alemania "no dará ni un céntimo"
Sobre el viaje a Alemania del primer ministro, el Ejecutivo de Merkel ya ha adelantado a través de su titular de Economía de que "no dará ni un céntimo" a Grecia para solucionar el problema de su deuda, que alcanza al 110% del PIB. Alemania, y sus ciudanos, son muy reticentes a financiar un eventual plan de rescate con dinero de los contribuyentes. En las últimas semanas, si finalmente fuera necesario salir en auxilio del país para garantizar su solvencia y, por extensión, la estabilidad del euro; cobra fuerza la idea de que Alemania, Francia y Holanda comprarían bonos griegos si fuera necesario, utilizando entidades públicas como la alemana KfW o la francesa Caisse des Depots.
Por otra parte, frente al rechazo interno, los mercados han recibido el plan de ajuste de forma positiva si se atiende al buen resultado de la emisión de deuda pública que realizó ayer el Tesoro de Grecia, aunque a un precio ligeramente mayor que las precedentes, un interés del 6,4%. La operación, que ascendió a 5.000 millones de euros, fue suscrita en su mayor parte por inversores alemanes y británicos, tres terceras partes.
Los sacrificios previstos por el Gobierno heleno para empezar a recortar el déficit desde el 12,7% con el que cerró 2009 al límite del 3% en cuatro años se adoptarán inmediatamente: la subida del IVA, de entre el 0,5% y el 2% según los productos, será efectiva a partir del 15 de marzo. También subirán un 20% el alcohol y el tabaco, mientras que las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria registrarán tipos impositivos mayores. Las rentas superiores a 100.000 euros tributarán al 45%. El aumento de la presión fiscal irá acompañado de un plan de lucha contra el fraude, que en Grecia es una práctica generalizada con una economía sumergida de más del 30%, y que constituye uno de los problemas más serios del país.
En el capítulo de gastos los sacrificios afectarán especialmente a los pensionistas, que verán congeladas las prestaciones, y a los funcionarios que verán recortados los complementos salariales, que representan un 30% de sus ingresos. También las inversiones públicas se verán reducidas en varios cientos de millones de euros.
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