AENA reclama la intervención de Aviación Civil para garantizar los vuelos en Semana Santa
La ruptura de las negociaciones entre el gestor y los controladores amenaza con causar nuevos problemas a partir de abril
Los controladores y AENA se han acusado hoy mutuamente de haber cerrado las negociaciones de elaboración de un nuevo convenio colectivo sin alcanzar un acuerdo. El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, ha anunciado que se dan por "rotas" las negociaciones con los controladores aéreos para llegar a algún tipo de acuerdo en la elaboración de un nuevo convenio, lo que podría desembocar en nuevos problemas en los aeropuertos en Semana Santa, como ya ocurrió en Navidades. Al mismo tiempo, los representantes de los controladores atacaban a AENA a quien consideraban responsable de la situación a que se ha llegado y que se va a cerrar con la falta de convenio a 31 de marzo, fecha en que finaliza el acuerdo vigente.
Por este motivo, Lema ha anunciado que ha solicitado la intervención de Aviación Civil en el conflicto entre Aena y los controladores para garantizar la funcionalidad del sistema aéreo español a partir del 1 de abril. Lema ha responsabilizado de la ruptura al "bloqueo que ha realizado el sindicato de controladores en las conversaciones" que están manteniendo desde el 11 de enero. Según sus palabras, el colectivo ha optado por una estrategia de "prolongar las negociaciones para llegar al 31 de marzo, para imponer sus condiciones, que son inaceptables". Esta fecha es el límite de la validez del convenio actual y la controvertida norma sobre las horas extras. En concreto, actualmente los controladores trabajan 1.200 horas -unas 28 a la semana- más 400 horas extraordinarias al año, que se pagan al triple de la hora normal.
Las horas extras, ¿pagadas de forma ilegal?
AENA quiere rebajar en 300 millones de euros, hasta dejarlo en 500, los costes anuales de navegación aérea y atribuye a los salarios de los controladores buena parte de la responsabilidad. Por este motivo, apuesta por ampliar el volumen de horas ordinarias y limitar las extraordinarias. Los controladores, según ha anunciado Lema, se quedan en un recorte de 185 millones, algo que AENA considera "inaceptable".
El colectivo ha ofrecido pasar de los 780 millones de euros de masa salarial para 2009 a 820 millones en el 2010, 840 en 2011 y 910 en 2012, "totalmente en contra de lo que AENA quiere", ha insistido el presidente del gestor aeroportuario. Otra de las propuestas que han hecho los controladores, según Lema, es la de aceptar el aumento de productividad, pero siempre a cambio de que se les incrementen las retribuciones fijas un 40%, "lo que se aleja de la política de las retribuciones de los empleados públicos" y supone, para Lema, una petición de aumento de sueldo, actualmente en los 300.000 euros por trabajador y que se quiere recortar a 200.000.
Con este planteamiento, AENA pretende conseguir, a través de la firma de un nuevo convenio, situar los gastos al nivel de los cinco grandes países de Europa, reducir estos gastos y poder distribuir el trabajo, algo "que está en manos de los controladores". Así, el podría reducir las tasas desde los 84 euros actuales hasta 72 euros, en la media de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. Desde el colectivo, la Unión Sindical de Controladores Aéreos ha acusado por su parte al Gobierno de estar orquestando "una campaña política para intentar recuperar una imagen que ya no tienen". Según añaden, el Ejecutivo pretende recuperar "un prestigio que ha perdido saliendo como vencedor de un conflicto generado por ellos, que en realidad no existe" y han responsabilizado de la ruptura a una decisión unilateral y premeditada de AENA.
Además, han revelado que les han pagado las horas extras durante los últimos cinco años de forma ilegal, ya que no han contado con la autorización de la comisión de retribuciones al negociar a través de convenios parciales, donde se pactaban los salarios por prolongación de jornada. Según el sindicato, los controladores no sabían que estas retribuciones "a precios astronómicos" fueran ilegales, ya que Hacienda les cobraba su correspondiente IRPF. Pese a ello, el secretario de comunicación del sindicato, Rafael López, ha asegurado que están dispuestos a seguir negociando, ha insistido en que no han llevado a cabo ninguna huelga ni tiene intención de hacerlo porque no va a caer en la trampa ni a dejarse provocar por AENA y el Gobierno. Así, han declarado que, a partir del 1 de abril, solo habrá problemas y "colapso" en los aeropuertos en caso de que AENA les impida trabajar.
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