Alemania acepta pagar 2,5 millones por un CD con datos de evasores fiscales

El Gobierno alemán está dispuesto a adquirir una polémica lista con los datos de unos 1.500 evasores fiscales germanos que han depositado fondos en bancos suizos y que le ha sido ofrecida por un informante anónimo a cambio de 2,5 millones de euros, según ha reconocido la canciller, Angela Merkel. Las autoridades actuarán de la misma manera que hace dos años, cuando se autorizó a los servicios secretos BND la compra por más de cuatro millones de euros de otra lista de evasores fiscales que habían desviado parte de su patrimonio a cuentas en Liechtenstein.

"Si esos datos son relevantes debemos conseguirlos", ha afirmado la canciller ante la prensa en Berlín, a la vez que ha rechazado las reservas de algunos de sus correligionarios cristianodemócratas, que habían criticado la posibilidad de que el Estado negocie con "ladrones".

Además, el Gobierno ha anunciado que desea trabajar en este caso de manera "constructiva" con las autoridades de Suiza, que ha criticado duramente la posible compra-venta de la lista asegurando que, entre otros argumentos, ello alentaría el tráfico ilegal de datos. El portavoz del Tesoro ha explicado por su parte que quieren "actuar con celeridad sobre la base del caso de Liechtenstein".

La compra de la polémica lista ha sido alentada además por la oposición socialdemócrata, la policía y numerosos expertos financieros. El jefe del Sindicato Alemán de Policía (GdP), Konrad Freiberg, ha subrayado que la adquisición de estos datos, almacenados al parecer en un CD, es "forzosamente necesaria" para que los evasores dejen de vivir a costa de la sociedad y encima hagan como si tuvieran razón.

Por su parte, el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, ha declarado que "no podemos dejar escapar a delincuentes, sólo por que han sido desenmascarados por otros delincuentes", según el rotativo Süddeutsche Zeitung.

Críticas contra la compra de los polémicos datos han surgido, sin embargo, desde las filas de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merkel. "Un robo es un robo. El Estado no debe tratar con ladrones", ha advertido Volker Kauder, jefe del grupo parlamentario conservador, de acuerdo con el mismo periódico.