Los países del A400M, dispuestos a aportar sólo 2.000 millones
EADS pretende que asuman el total del sobrecoste de la producción del aparato, que cifra en 6.400 millones
Los siete países clientes del programa del avión de transporte militar A400M, Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo, están dispuestos a aportar sólo 2.000 millones de euros adicionales para cubrir los 6.400 millones extra generados por el retraso del proyecto, rechazando así la propuesta de la Sociedad Europea Aeroespacial y de Defensa (EADS), informa el comité presupuesario del Parlamento alemán, donde se celebra un debate sobre el asunto. El fabricante aeronáutico, que originalmente buscaba un apoyo económico de 5.200 millones de euros, sostiene que se han producido costes adicionales por valor de otros 2.000 millones de euros, a lo que habría que restar la concesión de 800 millones, por lo que la cifra final se situaría en los 6.400 millones.
Fuentes del Ministerio de Defensa alemán señalan que los países contratantes del aparato, cuyo ensamblaje final se realiza en Sevilla, habrían rechazado una propuesta revisada de EADS que solicitaba 4.400 millones de financiación. Además, aseguran que está presionando por lograr un ajuste al alza en la proyección de los precios de las materias primas. Los problemas derivados de los retrasos acumulados por el proyecto han supuesto un incremento de 11.200 millones de euros sobre el presupuesto original, lo que podría poner en peligro cerca de 10.000 puestos de trabajo relacionados con su construcción.
Una "prórroga tácita"
Los máximos responsables de EADS indicaron el 12 de enero en Sevilla que daban como fecha límite para el cierre de la operación el 31 de este mismo mes, aunque las fuentes indican que hay una especie de "prórroga tácita". Este aplazamiento se ha dado a la espera de la cumbre franco-alemana del 4 de febrero en la que está previsto que los presidentes de ambos países, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, aborden el proyecto del A400M.
Tanto el presidente de EADS, Louis Gallois, como el máximo responsable de Airbus, Tom Enders, indicaron el 12 de enero que la empresa no puede vivir con la incertidumbre financiera que plantea este programa, y que "está costando entre 100 y 150 millones de euros mensuales". Enders destacó que la sociedad no está dispuesta a poner en riesgo a todo Airbus, dado que va a tener que invertir para el desarrollo del A350 y del A380, así como las mejoras de la motorización del A320, y que además la competencia va a ser fuerte en los próximos años.
Por ello, EADS no puede asumir el sobrecoste del proyecto del avión de transporte militar en solitario, que contaba inicialmente con una inversión de 20.000 millones de euros, pero que ha incrementado en su desarrollo esta cantidad en otros 11.000 millones. El problema que ha causado este sobrecoste es que el contrato para la construcción del A400M se firmó con los gobiernos europeos para el desarrollo de un avión comercial, pero se trata de un avión militar de alta tecnología, y eso ha incrementado su precio.
El proyecto del avión A400M nació en 2003, tras el acuerdo entre siete países que se comprometieron a la compra de 180 unidades: Alemania (60 unidades), Francia (50), España (27), Reino Unido (25), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1). Posteriormente, se unieron Sudáfrica, con ocho aviones, y Malasia, con cuatro, aunque recientemente y tras los retrasos acumulados por el desarrollo del avión, más de tres años, y el aumento del precio, el Gobierno sudafricano ha decidido suspender la compra. El A400M, que hizo su primer vuelo el pasado 11 de diciembre en Sevilla, sede de la planta de ensamblaje y entrega, tiene una capacidad de carga de 37 toneladas, una longitud de 45,1 metros, una envergadura de 42,4 metros y una altura de 14,5 metros.
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