Dimite el presidente de AIG designado por Obama
Edward Liddy considera que la aseguradora se ha recuperado pero que todavía queda "mucho trabajo por hacer"
El Gobierno estadounidense le sacó de la jubilación y ahora que considera que su trabajo ya está terminado, Edward Liddy, presidente y consejero delegado de AIG, ha decidido dejar su puesto. Su renuncia llega ocho meses después de que el Ejecutivo de Obama le pusiese al frente de la aseguradora para tratar de sacarla a flote.
"Con la ayuda financiera del Banco de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro", ha dicho Liddy, en referencia a la inyección de dinero público de 182.000 millones de dólares (163.000 millones de euros), "hemos logrado sustanciales avances en la estabilización de AIG, al reducir los riesgos internos que llevaron al rescate del Gobierno". Según Liddy, AIG, que en su día fue la aseguradora más importante del mundo, necesitará varios años para recuperar su posición y recomendó a su sucesor que "tenga ese mismo horizonte temporal".
En su comunicado de despedida, Liddy ha recomendado a los gestores de AIG que separen los cargos de presidente y consejero delegado de la aseguradora, algo a lo que el consejo se ha comprometido a hacer.
El consejero de la firma, Stephen Bollenbach, ha alabado la función de Liddy y ha recordado que "a mediados de septiembre de 2008, Liddy respondió a la llamada de su país y a las necesidades de AIG en medio de uno de los períodos más oscuras de la crisis financiera". Entonces, el ya ex presidente y consejero delegado salió de la jubilación y aceptó el reto, cobrando un salario simbólico de sólo un dólar al año.
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