Irala deja la presidencia de la BBK tras seis años en el cargo

El presidente de BBK, Xabier de Irala, ha dimitido hoy de su cargo tras seis años al frente de la entidad. Según ha informado el propio Irala en una rueda de prensa convocada de urgencia esta mañana en Bilbao, su salida de la caja vizcaína, que se materializará el próximo 30 de junio, se debe a motivos de salud.

Irala, persona próxima al PNV, asumió en mayo de 2003 la presidencia de BBK en sustitución de José Ignacio Berroeta. Desde su llegada, el empeño personal del que fuera presidente de Iberia, cargo que abandonó para pasar directamente a dirigir la entidad, fue liderar la fusión de las tres cajas vascas -BBK, Kutxa y Vital-. Un proyecto que fracasó el pasado noviembre tras encallar en la asamblea de Kutxa por cuatro votos de diferencia. En cualquier caso, el directivo ha querido destacar sobre este punto que la fusión "está hecha a nivel organizativo, por lo que solo faltaría el impulso político" para hacerla posible.

Preguntado sobre si su sucesor podría ser algún político del Gobierno saliente liderado por el PNV, Irala, aunque no lo ha negado, ha insistido en que su relevo mantendrá el perfil de gestión profesionalizada que él ha mantenido durante sus seis años al frente de BBK.

En cuanto a las razones de su renuncia, Irala ha recordado que en marzo de 2007 sufrió un accidente vascular, motivo que le llevó a querer dedicar más tiempo a su familia y a su salud. Sin embargo, tras asegurar que era una "decisión madurada desde hace tiempo", ha añadido que tuvo que retrasar su salida de BBK por el fallido proceso de fusión y ha afirmado que ha esperado hasta hacer "todos los cambios organizativos necesarios" para anunciarla.

Ahora, ha añadido Irala, deja la caja en "inmejorables condiciones para hacer frente a la crisis", al frente en cuanto a solvencia y con una tasa de mora que está entre las más bajas del sistema financiero. Además, ha recordado que en sus seis años en el cargo la entidad ha duplicado su porcentaje de crecimiento. Ante este panorama, ha augurado una "transición tranquila" pese a las turbulencias económicas y un proceso de fusión centrado en el perfil de gestión profesionalizada que ha dominado su gestión.

A pesar de su deseo de dedicar más tiempo a su familia, Irala ha afirmado que no está ante su jubilación, ya que quiere seguir participando en algún consejo de la entidad, aportando su experiencia y movido por la necesidad de atender problemas sociales. Un factor que, según ha añadido, ha sido una de las características de la caja durante los últimos años.