Las familias huyen espantadas de la Bolsa

Es casi un axioma que cuando la Bolsa va mal los que peor parados salen son los ahorradores de a pie. Los últimos datos del Banco de España, correspondientes al cierre del segundo semestre, confirman este argumento. La inversión de las familias en acciones y fondos de inversión registró un descenso del 18,4% en el primer semestre, pasando de los 807.630 millones a finales de 2007 a los 658.550 millones de euros a 30 de junio pasado.

Los datos son más preocupantes aún si se tiene en cuenta que no recogen las fuertes caídas del último trimestre y, en particular, el octubre negro que estamos viviendo, en el que el Ibex 35, que recoge las principales empresas, ha caído un 28%, incluyendo la dos peores semanas de su historia.

El pánico a la Bolsa de los pequeños inversores está más que justificado. En lo que va de año, todos los valores excepto dos (Unión Fenosa y Grifols) acumulan perdidas, que son superiores en todos los casos al 20%. En 14 valores, incluyendo algunos de los de mayor capitalización como BBVA y Santander, los descensos superan el 50%.

En conjunto, la riqueza financiera de las familias españolas ha caído desde los frente a los 1,913 billones que poseían al cierre de 2007, a los 1,802 billones de euros al cierre de junio. El temor por la crisis del sistema financiero ha llevado a las familias a ser más cautas en sus hábitos de ahorro. Mientras que disminuyó su presencia en acciones y fondos de inversión, crecieron los depósitos (39.000 millones hasta los 769.315) y la renta fija.

El endeudamiento de las familias siguió creciendo pero a menor ritmo. El saldo vivo de los préstamos alcanzaba a finales del pasado junio 966.149 millones de euros, 33.000 millones más que al cierre del pasado año. Los préstamos de consumo a corto plazo han aumentado en casi 6.000 millones de euros, mientras que los de largo plazo, en los que están los hipotecarios, pasan de los 837.406 millones de cierre de 2007 hasta los 864.303 millones de junio pasado.