_
_
_
_

Cocinar la basura para iluminar viviendas

Siguiendo el mecanismo de un microondas con una pizza, una empresa de EE UU calentará a 5.000 grados desechos industriales para dar electricidad hasta a 65.000 casas españolas

Una empresa de EE UU "cocinará" en una suerte de microondas de plasma unas 26 toneladas de desechos industriales, como pinturas, disolventes y neumáticos, cada hora para dar electricidad a unas 65.000 viviendas españolas, según ha relatado su consejero delegado.

La tecnología, que se basa en avances realizados originalmente por la NASA, elimina la basura sin soltar emisiones contaminantes y genera un "gas sintético" que sirve para mover turbinas eléctricas, en sustitución de gas natural, ha explicado Robert Do, el principal directivo del Solena Group.

En marzo comenzará la construcción de una planta en el municipio coruñés de As Somozas, en la que la principal compañía gallega de procesamiento de desechos, el Grupo Toysal, incorporará el sistema estadounidense.

La nave, cuyo costo será de 90 millones de dólares (61,5 millones de euros) y que empleará a 30 personas, eliminará seis toneladas de basuras industriales y orgánicas por hora, y generará 15 megavatios de electricidad, suficientes para suministrar a 15.000 viviendas, según Do.

En este caso, el Grupo Solena venderá su tecnología a Toysal, pero en la localidad cordobesa de Belmez la compañía estadounidense pretende construir su propia planta a finales de este año.

Le costará 100 millones de dólares (68,3 millones de euros), de los cuales espera conseguir un 30% de la Unión Europea en forma de subsidios. Una vez que la termine, su gas sintético producirá 42 megavatios de electricidad por hora, suficiente para 42.000 casas andaluzas.

Fuente energética

"Estos proyectos resuelven un gran problema medioambiental", ha comentado Do. "Las opciones son quemar la basura o empaquetarla para su traslado a lugares de almacenamiento, lo que cuesta mucho", ha añadido.

En su lugar, su tecnología genera temperaturas de unos 5.000 grados centígrados sin combustión, es decir, como se calienta una pizza en un microondas.

Bajo ese calor extremo la materia se gasifica y, una vez que se limpia de sulfuro, cloruro y otros elementos químicos contaminantes, el "gas sintético" resultante puede usarse como fuente energética.

Si suena a episodio de ciencia ficción, casi lo es. El mecanismo es viable gracias al uso del plasma, un gas ionizado que es considerado el cuarto estado de la materia -además de líquido, sólido y gaseoso-, cuyos usos fueron descubiertos por la NASA.

Plasma caliente

En la NASA, Salvador Camacho, bautizado como "el padre de la tecnología de plasma", lo usó para replicar las temperaturas altísimas a las que se exponen las naves cuando entran en la densa atmósfera terrestre a la vuelta de sus periplos espaciales.

En 1995 Camacho se asoció con Do para comercializar el plasma "caliente" (diferente del plasma "frío", usado en las televisiones, por ejemplo).

La oportunidad de esta tecnología ha llegado, como de otras energías "limpias", gracias a la escalada del precio del petróleo, a la amenaza del cambio climático y a los subsidios públicos.

"Nuestra vida va a cambiar drásticamente durante la próxima generación" por el uso de nuevas fuentes energéticas, predijo Do.

El directivo ha subrayado que España es un mercado importante para su empresa, un 25% de cuyas acciones pertenecen a la compañía española Acciona.

Además de la planta en la provincia de Córdoba, Solena pretende construir instalaciones similares en California, Praga y Puerto Rico, lo que supondrá una inversión total de 400 millones de dólares, que será financiada por Deutsche Bank.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_