Ferrovial aguanta la respiración
La constructora espera que la compra de BAA en 2006 comience a lucir a finales de año
Sólo con nombrar el sector inmobiliario, el pulso de los inversores se desboca, y Ferrovial debe saberlo. La constructora se deshizo en 2006 de su división inmobiliaria y, tras adquirir el mayor gestor aeroportuario británico, BAA, por más de 14.000 millones, se apresuró a vender sus activos inmobiliarios.
Pero aunque Ferrovial venda los activos menos estratégicos de BAA en un intento por reducir el riesgo de la deuda contraída al hacerse con la británica, no puede evitar caer en Bolsa como lo hacen sus colegas de la construcción. Las acciones de la compañía presidida por Rafael del Pino cayeron los últimos seis meses un 20,26%. Aunque la tendencia fue menos pronunciada la última semana, con un descenso del 4,61%, Ferrovial lideró las pérdidas del Ibex-35. Sus acciones acabaron la sesión de ayer en los 61,80 euros.
La compra de BAA no ha sido la 'panacea' para la constructora, al menos durante este primer año. "Creemos que a corto plazo el valor seguirá viéndose afectado por la incertidumbre en torno a BAA en cuanto a las tarifas que podrá aplicar los próximos 5 años, por su monopolio en la gestión de los aeropuertos del Reino Unido, por la posibilidad de verse obligado a desinvertir en varios activos, así como por su alto nivel de endeudamiento", explica Nuria Álvarez, analista financiero de Renta 4. Por su parte, David Navarro, gestor de renta variable de Inversis, considera que Ferrovial "no tiene un futuro claro: no se sabe qué aeropuertos quiere vender, en qué autopistas quiere estar?". Navarro sentencia que "pensaban que la compra de BAA tendría menores costes y se les ha ido un poco de las manos".
La apreciación de Navarro viene al hilo de los resultados semestrales. Ferrovial ganó un 218% más en el primer semestre gracias a la compra de BAA, pero si los ingresos crecieron un 44,8% y ascendieron a 7.099,8 millones de euros, fueron levemente inferiores a los 7.198 millones previstos por los analistas. Para Nuria Álvarez "los resultados se vieron reforzados por los extraordinarios sin que se apreciase una mejora significativa en márgenes".
A pesar de que la inversión en BAA no ha conseguido pulir los resultados de los seis primeros meses del año y ha llevado los títulos de Ferrovial a cotizar por los suelos, también ha conseguido que la empresa tenga perspectivas a largo plazo. La constructora tendrá que esperar a final de año para coger aire tras las fuertes bajadas. "Es la compañía que más se miraba con lupa y debería esperar al cuarto trimestre para integrar a BAA", explica David Navarro.
"A medio-largo plazo, creemos que las adquisiciones en las distintas divisiones deberían dar una mayor visibilidad a los resultados en cuanto a márgenes y crecimiento en ventas por lo que recomendaríamos sobreponderar", concluye Álvarez.
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