Los empleados del mayor aeropuerto de Brasil anuncian una huelga general
El sindicato de los aeroportuarios amenaza con empeorar una crisis aérea abierta desde el pasado septiembre
Los empleados del aeropuerto internacional Cumbica de la ciudad brasileña de Guarulhos, que opera para Sao Paulo y concentra el mayor número de vuelos internacionales del país, han anunciado hoy un paro indefinido a partir del 11 de julio, situación que agrava la crisis aérea local que lleva semanas.
El Sindicato Nacional de los Aeroportuarios (Sina) informó que la asamblea de los funcionarios en Guarulhos, de la administradora estatal aeroportuaria Infraero, determinó un cese de actividades a partir del próximo miércoles. La huelga afectará los servicios de seguridad, limpieza, mantenimiento y fiscalización de hangares y aeronaves, además de la parte administrativa aeroportuaria, ejercidos de manera directa por Infraero.
"Sabemos que estamos en el 'ojo del huracán', pero si no hacemos la protesta en este momento no conseguiremos nada", afirmó el secretario del gremio sindical, Samuel José dos Santos. Los cerca de 1.000 empleados de Infraero en Guarulhos tienen un documento de 163 peticiones, donde destacan un reajuste solicitado de 8,2 por ciento en los salarios, reestructuración de la planta de cargos, carrera administrativa y sueldos.
La empresa, por su parte, propone un reajuste del 4 por ciento y reducción de beneficios para nuevos trabajadores. Un grupo de 120 empleados viajará el domingo hasta Río de Janeiro para buscar la adhesión a la huelga de sus compañeros del aeropuerto Galeao, el segundo con mayor tráfico aéreo internacional en el país.
En crisis desde septiembre de 2006
La crisis aérea en Brasil comenzó en septiembre de 2006, tras el choque entre un Boeing de la aerolínea Gol y un jet Embraer que acababa de comprar una empresa de taxi aéreo estadounidense, en un accidente que provocó la muerte de los 154 ocupantes del avión comercial.
Después del accidente, los controladores aéreos iniciaron una serie de protestas, con jornadas a "media marcha", donde se denunció fallos en los sistemas de radiocomunicación y el gremio pidió reivindicaciones laborales. Las protestas han provocado un caos en los aeropuertos, con retrasos y cancelación de vuelos casi todos los fines de semana, acentuado en fechas "claves", como Navidad, carnaval y Semana Santa.
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