El AVE Madrid-Lleida circulará a 280 kilómetros por hora el próximo mes
Los trenes circulan en la actualidad a 250, desde que el pasado mayo se pusiera en funcionamiento un nuevo sistema de señalización que, en un futuro, permitirá velocidades de 300 kilómetros por hora
El AVE que une las provincias de Madrid y Lleida circulará a 280 kilómetros por hora a partir del próximo mes, según ha anunciado hoy la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, durante una visita al cambiador de ancho de vías de Roda de Barà, en Tarragona. En la actualidad, los trenes que cubren este recorrido circulan, según ha confirmado Renfe, a 250 kilómetros por hora, aunque se están realizando pruebas para que su velocidad pueda aumentar hasta los 300.
Los convoyes que recorren el tramo entre Madrid y Lleida consiguieron alcanzar la velocidad de 250 kilómetros por hora a mediados del pasado mes de mayo, gracias a la puesta en funcionamiento de un nuevo sistema de señalización, que permitirá a los trenes alcanzar velocidades de hasta 300 kilómetros por hora en un futuro no muy lejano.
Además, estos nuevos avances permitirán que el nuevo tiempo de viaje entre Madrid y Tarragona sea de algo menos de tres horas, lo que "significará una reducción de una hora y cuarto sobre la situación actual". Entre Madrid y Barcelona, gracias al intercambiador de Roda de Bará "el tiempo de viaje será de aproximadamente cuatro horas, para el caso de los trenes sin paradas intermedias, lo que supone una reducción de entre 20 y 30 minutos respecto a la duración actual del trayecto".
Durante su visita, Magdalena Álvarez también confirmó que el tramo que unirá Lleida y Tarragona, cuyas obras se encuentran en un 97% de ejecución, según pudo comprobar la ministra, comenzará a funcionar antes de que acabe 2006. Concretamente, el inicio de la explotación comercial está previsto para la segunda quincena de diciembre. Para la titular de Fomento, "la línea Tarragona-Lleida pretende consolidar la zona como uno de los centros neurálgicos tanto en las comunicaciones norte-sur como las este-oeste".
Un eje de comunicaciones esencial
Álvarez aseguró que también "se notará el cambio en el resto de comunicaciones de la Península, ya que el intercambiador permite conectar el ancho ibérico con el internacional y unir la conexión entre Madrid, Barcelona y la frontera francesa".
El tramo visitado este martes por la ministra, que va de la estación Lleida-Pirineus hasta Roda de Barà, tiene una longitud de 91 kilómetros e incluye un cambiador o "dispositivo que permite y facilita la transición entre los dos anchos de vía existentes", según explicó Álvarez. "Así, nos permitirá dar continuidad a los trenes que van y vienen de Barcelona y pasan por Tarragona y Lleida", añadió.
La responsable de Fomento también aseguró que "este cambiador y la nueva estación Camp de Tarragona se convertirán en un nudo de conexión importante de dos líneas ferroviarias destacadas como son Madrid-Barcelona-Frontera Francesa y la del corredor del Mediterráneo".
