Detenida una docena de personas en Extremadura por un presunto fraude en el cobro de ayudas agrarias
Luis Cortés, dirigente regional de COAG en Extremadura, está entre los detenidos, además de 6 funcionarios de la Consejería de Agricultura y el director de una sucursal bancaria
Un equipo de agentes de la Unidad Central de Operaciones (UCO) de la Guardia Civil, procedentes de Madrid, detuvo ayer en distintos puntos de la comunidad autónoma de Extremadura a 12 personas, todas ellas por su presunta relación con un delito de fraude en el cobro de subvenciones por el higo seco, cuya cuantía se cifra en torno al millón de euros.
Entre los detenidos de la llamada 'Operación Secadero', se encuentran varias personas relacionadas con una Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), así como 6 funcionarios de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura.
La operación se inició a primeros de año, cuando la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura denunció a la Guardia Civil diversas irregularidades en subvenciones del fondo europeo destinadas al almacenaje y compensación de higos secos, que se habían producido durante la campaña del año 1998-1999.
A continuación se pudo averiguar que algunos de los detenidos vinculados a COAG Extremadura habían creado un entramado empresarial de tipo familiar que controlaba la administración de varias empresas que intervenían en el proceso de producción, almacenaje y transformación de higos secos destinados al uso animal.
Higos que nunca se convertían en pienso
Los administradores de estas empresas justificaban el almacenaje y transformación de unas determinadas cantidades de higos secos para pienso de animales, que en realidad no habían tenido entrada en el organismo almacenador, incumpliendo con ello los requisitos imprescindibles para percibir las subvenciones.
Para ello, se valían de empresas vinculadas a dicha organización en Extremadura, que cubrían el proceso completo, proveedor, almacenaje y transformación, mientras el director de una sucursal bancaria, igualmente detenido, facilitaba los cobros y pagos a los productores y ganaderos que adquirían los higos sin la transformación obligada para la percepción de las subvenciones.
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