Renfe renegociará sus contratos sobre 40 trenes porque no habrá líneas sobre las que circular
Salgueiro considera que las 32 unidades actualmente en pruebas y construcción para la LAV Madrid-Barcelona son suficientes
El presidente de Renfe, José Salgueiro, ha afirmado hoy que se renegociarán con el consorcio hispano-canadiense Talgo-Bombardier y con Siemens los contratos de alta velocidad, porque los 40 trenes contratados por concurso público a principios de este año, capaces de superar los 300 Km/h "no tendrán ninguna razón de uso" en el horizonte de 2009".
Salgueiro, que compareció ante la Comisión de Presupuestos del Senado, reafirmó que esos 40 trenes de alta velocidad, 30 de ellos contratados a Talgo-Bombardier y 10 a Siemens, no "son operativos para nosotros en un horizonte próximo". Mantener la contratación de estos trenes supone tener un capital inmovilizado muy potente para Renfe Operadora, lo que no podemos hacer a corto plazo, añadió Salgueiro, quien dijo que "vamos a renegociar con las empresas constructoras estos contratos".
Incumplimiento de Siemens
El presidente de Renfe destacó que con las 32 unidades contratadas en el 2001 a Talgo-Bombardier y a Siemens (16 a cada una de ellas) para la línea Madrid-Barcelona, "tenemos cubierto el servicio suficientemente". Las unidades de Talgo-Bombardier, la serie 102, han sido entregadas hasta la fecha puntualmente, y siguen ahora el proceso habitual de homologación. Salgueiro ha afirmado que la primera entrará en servicio el próximo enero.
Respecto a las unidades de la firma alemana, la serie 103, Siemens no ha entregado ni una sola de las adjudicadas (la primera debería haber llegado en octubre de 2003), y se ha visto obligada a renegociar su contrato con Renfe. Ambas empresas han acordado fabricar conjuntamente las 16 unidades en los talleres que la empresa pública tiene en Valladolid y Málaga, además de otros trenes, asegurando así carga de trabajo para los próximos 10 años.
Salgueiro se refirió también a la situación de Renfe desde el uno de enero próximo, cuando entre en vigor de la Ley del Sector Ferroviario que separa la gestión de la infraestructura (ADIF) del operador (Renfe Operadora), por exigencia comunitaria. A juicio de Salgueiro, la ley "garantiza la liberalización del sector y su futuro en España".
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