Volare se declara insolvente, investigada por irregularidades financieras
La aerolínea italiana de bajo coste declara un "agujero" financiero que se estima en 270 millones
La aerolínea italiana de bajo coste Volare se ha declarado en estado de insolvencia, con un "agujero" financiero que se estima en 270 millones de euros y en medio de una investigación judicial por presuntas irregularidades en sus cuentas.
Tras una larga reunión que comenzó en la tarde de ayer y se prolongó hasta esta madrugada, el consejo de administración declaró la insolvencia del grupo, lo que abre las puertas a una eventual intervención del Gobierno italiano para "salvar" a la compañía.
Volare, que realizaba vuelos nacionales y a varios destinos europeos -entre ellos las ciudades españolas de Madrid, Barcelona y Valencia-, suspendió la venta de billetes y las actividades de su flota el pasado viernes a causa de sus graves problemas económicos.
Se calcula que la sociedad tiene vendidos cerca de 200.000 billetes cuya validez ha quedado por el momento cancelada y, dadas las circunstancias, no hay ninguna garantía de que vaya a haber reembolsos, aunque los usuarios pueden solicitarlos por correo electrónico (info@volareweb.com).
No obstante, los responsables de la compañía recomiendan a quienes tienen una plaza en vuelos previstos para después de diciembre que esperen un tiempo antes de solicitar la devolución de su dinero, ya que no se descarta que la actividad pueda reanudarse cuando se resuelva la situación.
Interés por sus trayectos
Otras aerolíneas privadas italianas ya han mostrado su interés en hacerse con la red de trayectos hasta ahora cubiertos por Volare, entre ellas Meridiana o Blue Panorama, que aseguran dispone de la capacidad necesaria para cubrir esas líneas en un plazo breve.
Volare, que ofrecía billetes a bajo coste por Internet operaba con una flota de veinticuatro aviones con la fórmula del arrendamiento financiero (leasing) a otras firmas privadas, entre ellas la española LTE. Ante los problemas para pagar el arrendamiento y la elevad deuda del grupo, Volare confirmó la imposibilidad de disponer de los aparatos, aunque todavía está en posesión de franjas horarias de vuelo (slots), que puede mantener hasta seis meses después de suspender actividades, según la legislación.
Ahora, tras la declaración de insolvencia, el Gobierno italiano debe estudiar si aplica a la aerolínea la conocida como ley Marzano, que permite ayudas a las empresas en crisis y que ya se ha aplicado en casos como el de la quiebra de Parmalat. El problema es que dicha regulación establece ayudas para empresas con una deuda superior a los mil millones de euros, y la de Volare no alcanza esta cifra, por lo que el próximo Consejo de Ministros podría aprobar la modificación del texto legislativo para adaptarlo a este caso.
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