Francia pone a la venta el 9,6% de France Télécom
Tras la operación la participación del Estado estará entre el 41% y el 43,5%
El Estado francés ha lanzado una operación de venta del 9,6% del operador de telecomunicaciones France Télécom, con lo que su participación pasará a estar por debajo del 50% del capital. Tras el anuncio, la totalidad de los sindicatos de la compañía se han unido en la convocatoria de un paro de 24 horas para el próximo martes.
"El Estado ha decidido reducir la deuda del país mediante la disminución de su participación en el capital de France Télécom". El anuncio lo hizo hoy el ministro de Economía y Finanzas, Nicolas Sarkozy, que en un comunicado indicó que la venta de 236 millones de acciones -cuyo número podría aumentarse a un máximo de 299 millones, el 12,1% del capital- se realizará por medio de una colocación institucional acelerada. La participación pública al término de esta venta se situará en una horquilla de entre el 41% y el 43,5%, frente al 52,5% actual, y obtendrá de esta operación alrededor de 5.000 millones de euros.
El ministerio de Economía precisó que el Estado tiene intención de "seguir siendo un accionista importante de France Télécom a medio plazo". En cuanto a las razones de la venta, subrayó que la recuperación de la empresa llevada a cabo por la actual dirección le ha permitido restablecer su situación financiera y realizar "operaciones estratégicas como la reintegración de Orange y Wanadoo", y consideró que la compañía puede ahora "asumir plenamente su parte en un mercado de telecomunicaciones en plena mutación".
El departamento de Finanzas también avanzó que la empresa propondrá hoy a su consejo de administración una emisión de obligaciones convertibles por valor de 1.000 millones de euros, cifra que podría aumentarse a 1.150 millones para "optimizar sus fuentes de financiación".
El Gobierno podía disminuir su participación en el capital de la compañía por debajo del 50% desde que se votó a finales del pasado año una ley que autorizaba la pérdida del control mayoritario, y que al mismo tiempo garantizaba el mantenimiento del estatuto de funcionarios para 106.000 de sus empleados. El ministro de Industria, Patrick Devedjian, ya había advertido en junio, cuando France Télécom integró su filial de internet Wanadoo, que el Estado no tenía "vocación a seguir siendo accionista mayoritario de France Télécom".
El martes, huelga
A las pocas horas de hacerse pública esta decisión, los representantes de los trabajores convocaban a la plantilla de la compañía a unirse a un paro de 24 horas. "Defendemos la idea de una movilización rápida y hay que reaccionar deprisa", declaró un portavoz de la intersindical, que reúne a la CGT, SUD, FO, CFDT, CFTC y CGC.
A juicio de los sindicatos, el gobierno conservador francés, que también fue muy criticado por la oposición de izquierdas, ha tomado una "decisión escandalosa" que no servirá "ni al empleo ni al progreso social".
La cesión supone "un choque social y de identidad" y "una operación financiera y política" con la que "se pasa página, pero en el mal sentido", según las organizaciones sindicales, que denunciaron "el abandono" por parte del Estado y "un nuevo golpe a la República".
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