La huelga por la reforma de las pensiones paraliza el transporte público en Francia

Francia ha vivido una jornada negra en los transportes públicos y en los centros de enseñanza, prácticamente paralizados durante todo el día por la huelga de los sindicatos del sector público contra la reforma de las pensiones proyectada por el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin.

Los transportes han estado prácticamente paralizados, con casi el 80% de los vuelos con origen o destino en cualquier aeropuerto francés anulados, menos de un tercio de los trenes de larga distancia habituales, y muchos menos en los servicios de cercanías.

El mismo problema se ha repetido en las grandes ciudades como París, donde el transporte urbano ha sido testimonial. Los ciudadanos se han visto obligados ha coger sus coches para acudir al trabajo. Los menos afortunados han ido a pie, en bicicleta o en patines. En la capital francesa sólo han funcionado tres de las 14 líneas de metro, en las que sólo han operado uno de cada diez subterráneos. Marsella, Estrasburgo, Burdeos, Nantes y Lille son otras ciudades donde el paro ha sido casi total.

La huelga también ha afectado a las conexiones que con la capital gala tienen desde España tanto Air France como Iberia, Air Nostrum y Air Europa. Fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) han señalado que, a las 12.00 horas, las regulaciones francesas afectaban a 16 vuelos en el aeropuerto de Barajas ; en el de Barcelona a 19 trayectos; en Palma de Mallorca, a 6; en Málaga a 2; en Tenerife Sur a 5; y en Alicante a 12.

Los profesores también se han sumado a la huelga, lo que ha provocado que muchas escuelas cierren u operen bajo mínimos; de acuerdo con el mayor sindicato de trabajadores de la educación, 85% de sus miembros han parado.

Manifestaciones masivas

Pero ninguna huelga es un éxito total sin protestas en las calles. En torno a un millón de personas -1,8 millones según los sindicatos, 800.000 según la policía-, han desfilado hoy en las 115 manifestaciones convocadas en todo el país en protesta contra los planes del Ejecutivo, que deben presentarse en forma de proyecto de ley el próximo día 28.

Las marchas más numerosas han sido las de París -más de 250.000 participantes, según los organizadores, 75.000 según la policía- y Marsella -150.000 de acuerdo con los organizadores-, en las que dominaban los funcionarios, principales concernidos por la reforma, y los empleados de empresas públicas con regímenes especiales de los que no se ocupará el proyecto de ley.

"Estoy dispuesto a discutir"

Pese al aparente éxito sindical, el ministro francés de Asuntos Sociales, Francois Fillon, ha insistido en que el Gobierno no dará marcha atrás porque "si no hacemos la reforma, el nivel de pensión de los franceses caerá un 50% de aquí a 2020", y "no hay alternativas" al alargamiento del periodo de cotización, que "es la opción elegida en toda Europa".

"He entendido dos mensajes en las calles de nuestras ciudades : un primer mensaje de los que no quieren que se haga la reforma de las pensiones (...) y otro de todos los que quieren mejorar el proyecto del Gobierno", ha señalado Fillon ante la Cámara de Diputados. "A estos últimos les digo, estoy dispuesto a discutir", ha señalado el ministro, que ha convocado para mañana por la tarde a los líderes de las centrales sindicales "para continuar el diálogo".