El paro alemán marcó en diciembre la peor cifra en cuatro años
El desempleo se situó en más de cuatro millones de personas, un 8,5% de la población activa
El paro en Alemania continuó su escalada durante el último mes de 2002, situándose en un 8,5% tras crecer en 28.000 personas. Este dato coloca el número de desempleados en 4,197 millones de personas, un máximo en cuatro años, según ha informado la Oficina Federal de Empleo. Los analistas habían pronosticado un crecimiento ligeramente inferior, de 27.200 personas, en una previsión que oscilaba entre 15.000 y 50.000 nuevos desempleados.
El desempleo en los estados occidentales creció en 20.000 personas, hasta los 2,750 millones mientras que en la antigua Alemania Oriental, el crecimiento fue de 8.000, hasta 1,447 millones. El ministro de Economía y Trabajo, Wofgang Clement, dijo la semana pasada que creía que las reformas del mercado laboral que desarrolla su Gobierno servirán para que el desempleo afecte este año a menos de cuatro millones de personas.
Esto no sucederá, sin embargo, antes de febrero, según los pronósticos que hizo Berlín al despedir 2002 augurando un empeoramiento de este indicador hasta los 4,5 millones de desempleados.
La amenaza del déficit
No es un nuevo mal dato de paro la única mala noticia con la que amanecía hoy Alemania. Después de que Bruselas impusiera ayer un plazo a Berlín para atajar el problema del alto déficit público que, por encima del 3%, incumple los objetivos establecidos por el Plan de Estabilidad, un grupo de expertos se apresura hoy a verbalizar los peores temores: que el país no será capaz tampoco de cumplir dicha meta este año. El propio comisario económico comunitario, Pedro Solbes, contempla que eso ocurra, lo que sin duda obligaría a Alemania a afrontar una sanción real.
El economista jefe del Deutsche Bank, Norbert Walter, ha asegurado hoy, en declaraciones que recoge Berliner Zeitung, que no ve "ninguna posibilidad" de que el déficit pueda reducirse lo suficiente para quedar por debajo del límite fijado. El experto atribuye su pesimismo a la debilidad de la economía mundial y en que el Gobierno "con su política fiscal, termina de dañar el clima económico".
El economista jefe del banco de inversiones Goldman Sachs en Alemania, Dirk Schumacher, espera un déficit del 3,5%, a causa de un débil crecimiento económico. El presidente del Instituto de Economía Mundial de Hamburgo (HWWA), Thomas Straubhaar, espera para 2003 un déficit del 3,2% del PIB y considera que bajar del 3% es una meta ambiciosa incluso para 2004. Straubhaar considera que los datos sobre la coyuntura y sobre el mercado laboral son demasiado malos como para esperar una reducción radical del déficit.
El Instituto de Estudios Económicos (DIW) de Berlín, en cambio, se ha desmarcado de esa línea generalizada y en sus pronósticos para este año espera un déficit del 2,7% del PIB, pese a un pronóstico de crecimiento de sólo un 0,6%.
Desde el Gobierno y los institutos económicos se achacan muchos males de Alemania al incierto panorama económico mundial. No obstante, ayer se hizo cargo del insostenible nivel de déficit y deuda pública, y el ministro de Finanzas anunció medidas "dolorosas y necesarias".
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