Los trabajadores de los autobuses deciden esta noche si cumplen los servicios mínimos

Los trabajadores de los autobuses mantienen su pulso con la patronal del sector con la convocatoria de la quinta jornada de huelga que puede dejar a dos millones de viajeros sin transporte. Cerca de 8.000 trabajadores de las empresas de autobuses urbanos, interurbanos, discrecionales, turísticos y de largo recorrido adscritas al convenio colectivo la Comunidad de Madrid han sido llamados a la huelga, entre los que no se encuentran los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que opera en la capital, ni las compañías urbanas de Fuenlabrada y Alcalá de Henares.

El secretario de Carreteras de UGT-Madrid, Abel Gómez ha señalado hoy que los trabajadores decidirán esta noche si incumplen los servicios mínimos dictados por las Administraciones central y autonómica, tal y como hicieron en las anteriores jornadas de paro desarrolladas los pasados días 21, 22, 27 y 28 de marzo.

Las perspectivas de los sindicatos pasan por paralizar nuevamente la práctica totalidad del transporte interurbano de la región, especialmente en el sur y el Corredor del Henares, numerosas líneas urbanas de ámbito local y los servicios de largo recorrido de empresas como Auto-Res, La Sepulvedana, Continental o Alsa, lo que afectaría a casi dos millones de viajeros.

Asimismo, Gómez señala que los trabajadores de los sectores discrecional y turístico, en los que se encuadra el transporte escolar, también están llamados a la huelga, a pesar del convenio que han firmado en este ámbito las patronales Asintra, Fenebús y Aetram y los Sindicatos Libre (SLT) e Independiente de Transportes (SIT-CSI).

El portavoz de UGT-Madrid asegura que las tres centrales convocantes de los paros son mayoritarias en el sector, en contra de lo defendido por las otras dos. "La huelga también se notará en el sector discrecional -dijo-, aunque quizá sea con una menor intensidad".

Las reivindicaciones que motivan la protesta consisten en un incremento salarial de 75 euros mensuales, la subida del IPC anual más un punto, la inserción de la cláusula de revisión salarial, la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y la vigencia del convenio colectivo únicamente para un año.

Las dos patronales a las que afectará la convocatoria (Asintra y Fenebús) consideran "desobirtadas" las peticiones que realizan los representantes de los trabajadores y aseguran que han sido éstos los que han provocado la ruptura de las negociaciones y el desencadenamiento de las jornadas de huelga.

El único avance que experimentaron las reuniones mantenidas durante el fin de semana por la patronal y los sindicatos consistieron en una propuesta formulada por Fenebús mediante la que se proponían incrementos salariales de 8.000 pesetas anuales y el IPC más 0,5 puntos y ciertas reducciones en la jornada de trabajo.

Servícios mínimos

Los servicios mínimos impuestos para mañana contemplan el funcionamiento en hora punta del 60% de los autobuses correspondientes a las líneas en las que no exista ningún medio de transporte similar, así como el 50% de los vehículos en los casos en los que los viajeros dispongan de alguna alternativa.

En horas valle el servicio se rebajará en ambos casos al 40% de los vehículos, mientras que los autobuses que atienden a colegios y discapacitados funcionarán con total normalidad durante toda la jornada. Los que no prestarán ningún tipo de servicio serán los discrecionales y turísticos.

De no llegar a un acuerdo, la de mañana será la quinta jornada de huelga de 24 horas de duración convocadas en la región por USO, CCOO y UGT. Los sindicatos han amenazado con convertir la protesta en indefinida a partir del miércoles si las empresas no cierran los casi 2.000 expedientes que, según denuncian, han abierto a los trabajadores participantes en los paros.