Los beneficios del BBVA crecen una tercera parte de lo previsto por la crisis argentina
El banco ganó en 2001 sólo un 5,9% más que en 2000
El beneficio neto del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) creció solo un 5,9 por ciento el año pasado, casi la tercera parte de los previsto, debido a la crisis Argentina, que le ha supuesto el desembolso de unos 1.354 millones de euros (225.000 millones de pesetas) en saneamientos.
Así, según fuentes de la entidad, el año pasado el banco que preside Francisco González obtuvo un beneficio neto atribuible de 2.363 millones de euros (393.170 millones de pesetas), con mejoras en todos los márgenes de negocio.
Sin embargo, la crisis argentina ha obligado a la entidad a destinar a saneamientos 1.354 millones de euros para cubrir los riesgos de su filial BBVA Banco Francés y la gestora de fondo de pensiones Consolidar, dotación sin la que el beneficio se hubiera incrementado hasta los 3.106 millones de euros (516.794 millones de pesetas).
De no haber sido por esta dotación, según fuentes de la entidad, el beneficio neto atribuido hubiera incrementado en 743 millones de euros hasta los 3.106 millones de euros (516.794 millones de pesetas), con lo que se hubiera superado el objetivo anunciado el pasado mes de octubre.
Tras conocerse los resultados, las acciones del banco han caído sensiblemente en la Bolsa, pero no más que el conjunto de los valores, que se han visto arrastrados por las pérdidas sufridas anoche por los mercados neoyorquinos. Al mediodía, BBVA se dejaba un 2,5% y el Ibex-35 un 2,42%.
Las cifras presentadas hoy por la entidad bancaria revelan que el impacto de la crisis ha sido mayor en el BBVA que en el Santander Central Hispano, entidad que el año pasado mejoró sus resultados un 10,1% hasta los 2.483 millones de euros y que destinó a saneamientos para Argentina 1.287 millones de euros.
El esfuerzo que ha hecho el BBVA por sanear todo su riesgo en Argentina ha sido posible por la buena marcha del negocio bancario, que se refleja en los fuertes crecimientos que han registrado todos sus márgenes.
Así, el margen de intermediación -beneficio por captar depósitos y conceder créditos- se elevó en un 26,2%, el margen de explotación -que mide la actividad típica bancaria- un 27,9%, y el margen de negocio un 20,7%.
Los ingresos por comisiones le reportaron el año pasado 12.862 millones de euros, con un aumento del 19,8%, mientras que las operaciones financieras se vieron mermadas, por la mala situación de los mercados, en un 37% hasta los 490 millones de euros.
Los gastos crecieron en el grupo un 13,3%, lo que permitió que el ratio de eficiencia -proporción entre ingresos y gastos- bajara a nivel global al 50,4%.
La estricta política de saneamientos llevó al BBVA a incrementar sus provisiones, amortizaciones y saneamientos en un 69% hasta los 3.511 millones de euros, que incluyen la provisión específica para Argentina.
Tras esta iniciativa, el beneficio bruto del banco cayó un 6,2%, al igual que también descendió la rentabilidad de los recursos propios (ROE), del 21,1 al 18%, y de los activos medios (ROA), del 1,85 al 1,78%. Además, el beneficio por acción creció sólo un 1,7% hasta los 0,74 euros.
En cuanto al volumen de negocio, los créditos sobre clientes se elevaron en un 9,4% hasta los 156.148 millones de euros, y los recursos de clientes gestionados mejoraron un 6,4% hasta los 323.982 millones de euros.
A lo largo del año 2001, el BBVA siguió mejorando su tasa de morosidad, que al cierre del ejercicio se situó en el 1,71%, frente al 1,96% del año anterior.
Sólo en sus filiales latinoamericanas, donde el banco ha aplicado criterios de máxima prudencia en la concesión de créditos, la morosidad pasó del 4,64 al 3,73%.
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