Una ex ejecutiva de Enron afirma que la empresa destruyó documentos incriminatorios
El abogado de la eléctrica afirma que hay una investigación en marcha
La empresa energética Enron desveló en octubre de 2001 que había ocultado unas pérdidas de 600 millones de dólares y unas deudas de 1.000 millones. Poco después, la compañía estadounidense entraba en suspensión de pagos, y el 2 de diciembre quebraba. Desde ese mes de octubre, los investigadores del proceso que ha provocado la mayor quiebra de la historia económica estadounidense prohibieron a la compañía eliminar ningún documento. Sin embargo, una alta ejecutiva ha declarado ayer que Enron ha seguido destruyendo papeles presuntamente comprometedores por lo menos hasta su salida de la empresa, hace dos semanas.
"Yo dejé la empresa en la segunda semana de enero, y hasta entonces se siguieron eliminando documentos confidenciales", ha declarado a la cadena ABC Maureen Castenada, que trabajaba como directora de una sección de inversión en el extranjero de Enron en su sede central de Houston.
El abogado de la empresa, Robert Bennett, ha declarado a la agencia Reuters que "se está investigando la destrucción de documentos denunciada". Según Bennet, la compañía comunicó a todos sus empleados en octubre que no debían eliminar ningún documento relevante para la investigación judicial en curso.
Restos comprometedores
Castenada ha declarado que trabajaba enfrente de una oficina de contabilidad en la planta 13 de la sede central de Enron, en donde todos los días se destruían "cajas y cajas de documentos". La ex ejecutiva ha mostrado a las cámaras de ABC restos de documentos que pudo sacar de la compañía, en los que se lee la palabra "confidencial" sobre datos de transacciones económicas fechadas en diciembre de 2001.
El abogado encargado de llevar el caso contra Enron ha declarado que estas evidencias prueban que "hubo un esfuerzo coordinado y deliberado encaminado a destruir evidencias".
Arthur Andersen, bajo sospecha
La auditora Andersen (antes Arthur Andersen) reconoció hace unos días haber destruido "un número no determinado de documentos significativos" relacionados con el caso cuando sabía ya que la Comisión de Valores estadounidense investigaba las causas de la suspensión de pagos de Enron.
Andersen ha sido cliente de Enron hasta el pasado jueves, cuando la energética rompió el contrato que les unía. Así, la auditora se ha visto salpicada por el escándalo hasta caer en su peor crisis desde su fundación, en 1913. De hecho, esta destrucción de documentos será investigada por un comité del Congreso el próximo jueves.
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