La OMC reitera la ilegalidad de las ayudas de EE UU a las exportaciones
El nuevo veredicto contrario a Washington faculta a Bruselas a imponer sanciones a las exportaciones estadounidenses por un monto que establecerá un árbitro neutral
EE UU ha perdido hoy una importante batalla frente a la Unión Europea al considerar el tribunal de arbitraje de la Organización Mundial de Comercio el nuevo régimen norteamericano de exenciones fiscales a las exportaciones incompatible con las normas del comercio internacional.
Se trata del cuarto fallo de la OMC en contra de ese trato de favor a los exportadores norteamericanos, conocido en inglés originalmente como Foreign Sales Corporations (FSC) (Corporaciones de Venta al Exterior) y sustituido en noviembre del 2000 por la llamada Acta de Exclusión de Ingresos Extraterritoriales (IET).
En su veredicto, el tribunal de la OMC afirma que también bajo su nueva forma -el IET-, el sistema aplicado por EE UU a sus empresas exportadoras "conlleva la condonación de ingresos que en otro caso se percibirían, por lo que representan un subsidio financiero".
Asimismo señala que entraña subvenciones a la exportación incompatibles con las obligaciones contraídas por EE UU en virtud de los acuerdos de comercio internacionales y acusa a EE UU de no haber retirado plenamente ese tipo de ayudas prohibidas por la OMC.
El tribunal insta finalmente a EE UU a poner la nueva ley en conformidad con el acuerdo de la OMC sobre subvenciones y medidas compensatorias, con el acuerdo sobre agricultura así como a no dar a los productos importados un trato menos favorable que el otorgado a los de origen estadounidense.
Tras el nuevo veredicto contrario a Washington, que había presentado recurso el pasado 15 de octubre, la Unión Europea tendrá derecho a imponer sanciones a EE UU por un monto que establecerá un árbitro de la OMC en un plazo máximo de dos meses a partir de su adopción por el órgano de solución de diferencias a finales de enero.
"Bomba nuclear" sobre las relaciones comerciales
A raíz de un fallo anterior, los Quince mencionaron la posibilidad de imponer sanciones de más de 4.000 millones de dólares, amenaza que el representante del Comercio Exterior de EE UU, Robert Zoellick, calificó recientemente como equivalente a lanzar "una bomba nuclear" sobre las relaciones comerciales transatlánticas.
Compañías norteamericanas de distintos sectores, como Boeing, Microsoft o General Electric, han venido beneficiándose año tras año de exenciones fiscales multimillonarias gracias a ese sistema de subvenciones indirectas denunciado por Bruselas.
Ese sistema de que disfrutan los ingresos de fuentes extranjeras no vinculadas a EE UU permite a las empresas de aquel país ahorrarse entre el 15 y el 30% de sus impuestos si exportan a través de esas corporaciones.
Las Foreign Sales Corporations están generalmente situadas en paraísos fiscales como las islas Vírgenes o Barbados, lugares a través de los cuales las exportaciones norteamericanas circulan virtualmente para poder beneficiarse de ese trato de favor fiscal.
La polémica en torno a esas subvenciones por parte de EE UU se remonta a 1971, y un sistema anterior incluso a las Foreign Sales Corporations fue declarado ya ilegal en 1981 por el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).
Después de perder ante el órgano de solución de diferencias de la OMC una primera disputa y luego el recurso presentado, el Gobierno de EE UU, todavía presidido por Bill Clinton, consiguió la aprobación por el Congreso de un conjunto de reformas del sistema bajo el nombre de Acta de Exclusión de Ingresos Extraterroriales (ETI).
La Unión Europea no se dio por satisfecha y consideró que esa nueva versión de las Foreign Sales Corporations seguía contraviniendo, pese a su nueva etiqueta, las normas que regulan el comercio internacional, por lo que volvió a demandar a EE UU.
En noviembre del 2000, la Comisión Europea pidió permiso a la OMC para tomar represalias contra las exportaciones norteamericanas por un total de 4.083 millones de dólares.
Bruselas llegó, sin embargo, finalmente a un acuerdo con Washington por el que dejaba en suspenso de momento su solicitud de sanciones hasta que la OMC pronunciase su veredicto definitivo, lo que ha ocurrido hoy.
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