La familia Packard bloquea la fusión de HP con Compaq
A pesar de contar con el 10,4% de las acciones, el peso simbólico de la Fundación Packard supone un duro revés a los planes de la presidenta de la compañía
La Fundación Packard, el mayor accionista individual del fabricante de ordenadores Hewlett-Packard, ha anunciado a través de un comunicado que no apoyará la fusión de su empresa con Compaq Computers.
La decisión de la Fundación David y Lucille Packard, que tiene un 10,4% de las acciones de la compañía, supone un gran revés para los planes de la presidenta de Hewlett Packard, Carly Fiorina, que se lo había jugado todo a esta carta.
Susan Orr Packard, hija del cofundador Dave Packard y presidenta de la Fundación, ha dicho que "después de haber analizado y estudiado la propuesta, el Consejo ha decidido que los intereses de la Fundación estarán mejor atendidos si Hewlett-Packard no lleva a cabo la transacción".
Los analistas consideran que será muy difícil llevar adelante la fusión sin contar con el voto de esta organización filantrópica, que además de contar con una parte importante del accionariado, tiene un gran peso simbólico en la compañía.
La decisión de hoy significa que Fiorina tendrá en su contra el 18%, ya que los otros familiares de los fundadores -con un 7% del accionariado- también se manifestaron en contra de Fiorina.
Los hijos del fundador Hewlett, junto con David Packard, el único hijo varón del cofundador (que no es miembro del Consejo de Dirección de la Fundación) expresaron sus temores de que Fiorina, la primera mujer que toma las riendas de la compañía y la primera persona que alcanza el puesto de presidenta viniendo de fuera, se lleve por delante los valores corporativos de la empresa, agrupados en el Estilo HP.
La propuesta de Fiorina, que entre otras cosas traería consigo el despido de unos 15.000 empleados, es difícil de compatibilizar con ese estilo.
La firma de consultores Friedman Fleischer and Lowe, contratada por Packard, presentó recientemente un informe con otros dos argumentos en contra. En primer lugar, según los consultores, las grandes fusiones en el negocio de la tecnología casi nunca salen bien, ya que se unen artificialmente culturas muy diferentes.
En segundo lugar, el pacto daría a la nueva compañía demasiado peso en el alicaído negocio de los ordenadores personales y diluiría el de las impresoras, que es el que da más beneficios.
El castigo de los inversores
El pasado mes de septiembre Hewlett Packard anunció la compra (por 4,5 billones de pesetas) de su rival Compaq, lo que le ponía en una situación muy igualada con el otro gigante, IBM.
A pesar de todo, los accionistas castigaron en bolsa a HP al día siguiente del anuncio de la compra, ya que no queda claro si la fusión aumentaría los beneficios de la compañía y debido a la incertidumbre que provocó el anuncio de despidos masivos por parte de Compaq.
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