Rato admite que la tasa de las gasolinas incrementará dos décimas el IPC

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha reconocido hoy que el nuevo impuesto sobre las gasolinas aprobado por el Gobierno y algunas comunidades autónomas fomentará la tendencia inflacionista y supondrá un aumento de un 0,2% adicional en el IPC del mes de enero de 2002.

Durante su participación en unas jornadas organizadas por la revista The Economist, el vicepresidente segundo del Gobierno ha confirmado así las previsiones de los servicios de estudios de algunos bancos, que ya alertaron de la influencia negativa de esta subida en los precios.

No obstante, Rato ha apuntado que tal y como evoluciona la economía española existe un "margen macroeconómico y tributario" para trasladar este impuesto a las comunidades autónomas ya que, además, los impuestos sobre los combustibles permanecían invariables los últimos dos años, lo que suponía una bajada en términos reales.

Para el titular de la cartera de Economía, este momento es apropiado para llevar a cabo la medida, ya que "hay una reducción de la inflación y del precio de la energía", y la financiación de la sanidad "beneficia a todos los ciudadanos, especialmente de rentas bajas".

Una medida "imprescindible"

Finalmente, el ministro de Economía ha vuelto a arremeter contra la postura del PSOE en relación con esta tasa. "Puede parecer cómodo en estos momentos oponerse a cualquier incremento de impuestos, pero es imprescindible financiar la sanidad", ha señalado.

En este sentido, ha recordado a los socialista que, en 1996, cuando llegó el PP al Gobierno, la Sanidad estaba en una situación de "quiebra", mientras que ahora está saneada.

Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera, ha sido el encargado de responder al PP. Caldera ha denunciado que el precio final de los carburantes podrá subir hasta diez pesetas por litro debido al incremento del impuesto sobre hidrocarburos promovido por el Gobierno.

En una rueda de prensa, Caldera ha acusado al Ejecutivo de "perpetrar" esta subida a través de un mecanismo, una enmienda en el Senado a los Presupuestos, que impide un debate sobre la medida y que, por tanto, "vulnera uno de los principios democráticos".

Una "aberración"

Además, ha calificado de "falsos" todos los argumentos esgrimidos por el Gobierno, ya que no servirá para dar más recursos a las comunidades autónomas ni para financiar la sanidad. Y, si fuera, así, sería "una aberración", ya que un servicio esencial para todos los ciudadanos dependería de un impuesto indirecto que se paga independientemente de los ingresos de cada uno.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha advertido a las comunidades autónomas que no aplicarán el tramo autonómico del nuevo impuesto de que no obtendrán más recursos procedentes de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en el caso de que necesiten una financiación adicional.

"Los gobiernos territoriales que no quieran aplicar el impuesto deben saber que no obtendrán más recursos de los PGE [Presupuestos Generales del Estado]. El que quiera gastar más ya sabe dónde están los recursos -en referencia a la aplicación del nuevo impuesto-, nunca en los presupuestos", ha subrayadoMontoro, también durante su intervención en las jornadas de The Economist.

El titular de Hacienda ha sido muy crítico con las comunidades socialistas por haber rechazado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) el nuevo impuesto sobre las gasolinas, y las acusó de no ser "coherentes y salir corriendo en la dirección contraria, cuando ha llegado la hora dura del acuerdo de financiación autonómica".