EE UU adjudica a Lockheed Martin el mayor contrato militar de la historia
La compañía constuirá un nuevo cazabombardero que también será exportado al Reino Unido
La compañía Lockheed Martin será la encargada de construir un nuevo cazabombardero para el Ejército estadounidense. Estados Unidos pagará por este servicio un total de 225.000 millones de dólares (más de 240.000 millones de euros, una cifra superior a 40 billones de pesetas), el contrato militar más alto de la historia.
En total, el Pentágono le ha concedido a Lockheed Martin la construcción de 3.000 cazabombarderos multiuso que acabarán prestando servicio en los ejércitos de los Estados Unidos y el Reino Unido.
Además, hay otros países interesados en comprar el avión de combate, y se calcula que la exportación podría doblar el volumen de producción y el valor del programa.
La compañía favorita para esta adjudicación era la vencedora, Lockheed Martin, que competía con Boeing por el contrato. Lockheed Martin ofrece un avión basado en el caza supersónico F-22 Raptor de diseño más tradicional que el que proponía Boeing.
Las dos compañías habían estado trabajando durante cinco años en el proyecto, que puede ser el último gran contrato de aviones tripulados del Pentágono, que parece destinado a aumentar en el futuro sus aparatos sin piloto y manejados por control remoto.
El avión tendrá una serie de variantes para cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas. Así, habrá una versión convencional para la Fuerzas Aéreas de EEUU y el Reino Unido, mientras que la versión naval podrá despegar desde un portaaviones.
También habrá otra con capacidad de despegue en pistas muy cortas para la Infantería de Marina, y otra de despegue vertical para la Marina británica.
Los expertos calculan que el mercado de exportación para el aparato puede ser tan importante como el nacional, y de hecho ya hay un compromiso firme por parte del Reino Unido, que ha comprometido 2.000 millones de dólares para concluir el desarrollo del avión.
Hasta ahora, Canadá, Israel, Italia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Turquía y Singapur han manifestado su interés en comprar el avión, que está llamado a sustituir al cazabombardero F-16 fuera de EEUU.
En Estados Unidos, el aparato pondrá fin a la carrera del veterano avión de ataque a suelo A-10, así como a las series iniciales del F-18 y a los AV-8 de la Armada y los Marines, que son una versión del Harrier británico de despegue vertical, avión que será también sustituido en las fuerzas del Reino Unido.
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