La Reserva Federal de EE UU baja los tipos al 2,50%, el nivel más bajo en 40 años
Es el segundo recorte del precio del dinero tras los atentados del 11 de septiembre y el noveno en lo que va de año
La Reserva Federal de EE UU ha recortado otro medio punto el precio del dinero, hasta situarlo en el 2,5%, en un nuevo intento de dar confianza a los inversores y consumidores y frenar la temida recesión. Es la segunda vez que el organismo que preside Alan Greenspan rebaja los tipos de interés desde los atentados del pasado 11 de septiembre, y la novena en lo que va de año.
En su comunicado, la Reserva Federal señala que los ataques terroristas en Nueva York y Washington el 11 de septiembre "han aumentado significativamente la incertidumbre, en una economía que ya mantenía un comportamiento débil".
"Como consecuencia de ello, se ha frenado aún más el gasto de las empresas y de los hogares". "De todos modos, las perspectivas a largo plazo de crecimiento de la productividad y de la economía siguen siendo favorables", explica el comunicado.
Aun así, los gobernadores de la Reserva Federal han indicado que la economía de Estados Unidos, que ha crecido sin pausa durante una década pero a un ritmo más lento en el último año, sigue enfrentando condiciones que podrían justificar otra rebaja de los tipos de interés en los meses próximos.
Nadie se atreve a aventurar si el Banco Central Europeo respaldará inmediatamente este segundo empujón con una bajada del mismo porcentaje, como hizo el pasado 17 de septiembre. Ese día Wall Street volvía a operar tras cuatro días de parón por los atentados y la Reserva Federal decidió, poco antes de la reapertura, bajar los tipos de interés medio punto y situarlos en el 3%. La medida de choque fue secundada por el BCE, que también redujo el precio del dinero de la zona euro medio punto para dejarlo en el 3,75%. Buscaban evitar el descalabro de los mercados. Y lo lograron.
Repercusión en los mercados
El anuncio de una nueva rebaja de los tipos era algo con lo que ya contaban las bolsas mundiales. Los mercados de Wall Street han cerrado con cierto tono optimista. El Dow Jones progresó 113,76 puntos (1,29%) hasta los 8.950,59 puntos y el Nasdaq subió 11,83 puntos hasta los 1.492,29 puntos (0,80%). El índice Standard and Poor's 500, más representativo de la tendencia general, ganó 12,78 puntos (1,23%) a 1.051,33 puntos.
Un comportamiento parecido registraron las plazas europeas a su cierre. Las previsiones de que el organismo de Alan Greenspan rebajase de nuevo el precio del dinero hizo que Madrid subiese un 1,62%, Milán un 1,26%, París un 1% y Londres un 0,69%, mientras que Fráncfort, al cierre de los mercados europeos, ganaba un 0,85%.
Cambio de hábitos
Los ataques a Nueva York y Washington han modificado sustancialmente los hábitos del consumidor medio estadounidense. Algunos de los gastos más habituales, como viajar o salir a cenar fuera de casa, se han reducido considerablemente desde el comienzo de la crisis internacional. También muchas empresas han pospuesto sus planes de inversiones hasta que la perspectiva económica mejore.
Pero tanto el equipo del presidente de la Fed , Alan Greenspan, la figura más respetada en los mercados financieros de todo el mundo, como la administración Bush, han expresado que los problemas económicos más inmediatos son principalmente psicológicos. Poco previsible es que esta nueva reducción de tipos tenga un efecto directo en las pautas del consumidor estadounidense, pero sí en los mercados, que podrían comenzar a operar con un poco más confianza.
Plan de estímulo económico
Precisamente para recuperar la confianza de los inversores y de los consumidores, el presidente estadounidense, George W. Bush, y el Congreso han discutido hoy un plan de estímulo económico que incluirá reducciones de impuestos para las empresas e individuos, la ayuda directa a los desempleados y aumentos de los gastos del Gobierno federal.
La economía de Estados Unidos ha crecido sin pausa durante una década, pero el ritmo de crecimiento disminuyó desde mediados del año pasado y, aunque la inflación y el desempleo se mantienen sin alzas notables, hay preocupación por los beneficios de las empresas.
Tras una reunión hoy en la Casa Blanca con los legisladores, Bush ha dicho que "hay penurias económicas", que son anteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre pero que fueron agravadas por los atentados en Nueva York y Washington.
Bush ha indicado que apoyará una extensión de los pagos del seguro de desempleo para decenas de miles de trabajadores, en un programa que incluya el subsidio de las cuotas de los seguros médicos.
Estas ideas han caído bien entre los demócratas, que tienen la mayoría en el Senado pero no en la Cámara de Representantes, y quienes han propuesto un aumento del gasto del Gobierno federal en nuevos proyectos de infraestructura.
Este nuevo tono de intervención estatal en la economía -tan lejano de las ideas republicanas- ha desencantado un poco a las grandes empresas, que esperaban una reducción mayor de los impuestos, según prometió Bush en su campaña electoral.
Bush ha reconocido que los atentados del 11 de septiembre han agravado la ya delicada situación económica del país, por lo que ha indicado que el Gobierno debe hacer algo para combatir la crisis económica.
El presidente ha dicho hoy que está muy cerca el consenso con el Congreso sobre un plan de estímulo económico, porque "no cabe duda de que hay penurias económicas".
"Estamos de acuerdo en que tenemos que juntarnos en un enfoque de cuán grande deba ser el programa de estímulo para asegurarnos de que tendrá efecto sobre la economía a corto plazo y de una forma positiva, sin que ello afecte de manera negativa a la perspectiva a largo plazo", ha dicho Bush.
Después de la reunión en la Casa Blanca, el jefe de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Dick Gephardt, demócrata de Misuri, ha dicho que ahora se negociarán el alcance y el costo del programa para que satisfaga las necesidades de los trabajadores que han perdido sus trabajos debido, directamente, a los ataques del 11 de septiembre.
"Queremos un programa que atienda las necesidades de quienes quedaron sin trabajo por la tragedia del 11 de septiembre pero no pueden solicitar el seguro de desempleo", ha dicho Gephardt.
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