Los Quince pactan un sistema de crédito para las compañías aéreas

Los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), reunidos en la ciudad belga de Lieja, han acordado un sistema de crédito para ayudar a las compañías aéreas a hacer frente al incremento de las primas de seguros tras los atentados del pasado 11 de septiembre, según ha anunciado el ministro francés, Laurent Fabius.

El vicepresidente segundo del Gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha indicado que la decisión sobre el sistema de garantías se ha adoptado "por fuerza mayor", como medida de solidaridad con las aerolíneas y para evitar una desventaja con las compañías de EE UU.

No obstante, Rato ha indicado que cada uno de los Estados miembros de la UE tendrá que precisar la aplicación del acuerdo, que les permite asumir estos gastos solamente durante un mes y para el caso exclusivo de las primas solicitadas por el riesgo de guerra o atentado terrorista.

En el caso español, el ministro ha señalado que será el Consorcio de Seguros el que asumirá los costes de indemnización por encima de los 50 millones de dólares. Las aseguradoras habían aceptado superar ese umbral en virtud de un acuerdo específico con las aerolíneas, pero han comunicado que con las nuevas circunstancias causadas por los ataques no estaban dispuestas a seguir aplicando ese compromiso.

El ministro español ha asegurado que a partir del lunes se mantendrán los contactos necesarios entre el Consorcio de Seguros y las compañías aéreas y ha indicado que la prima correspondiente a la parte de la indemnización que asumirán los Estados podrá ser cobrada total o parcialmente a las aerolíneas.

El aumento de los costes había conducido a algunos representantes de compañías aéreas europeas no sólo a poner en entredicho sus planes inmediatos y sus resultados económicos, sino incluso su capacidad para seguir operando a corto plazo.

Programa de emergencia

Esta decisión se produce después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara anoche un programa de emergencia de 15.000 millones de dólares para las aerolíneas que quedaron al borde de la quiebra tras los atentados.

Los ataques obligaron a las autoridades a cerrar el espacio aéreo del país durante dos días y causaron después un descenso abrupto de la demanda de vuelos. La situación llevó a las aerolíneas y Boeing Corp, la mayor fabricante de aviones del mundo, a anunciar el despido de alrededor de 100.000 de sus trabajadores, mientras comenzaba a sufrirse el golpe en toda la industria del turismo de Estados Unidos.

Por su parte, el Gobierno canadiense ha anunciado que también proporcionará ayuda financiera a las compañías aéreas "durante un periodo limitado" para ayudar al sector "donde la cobertura comercial no estará disponible".