El Consejo de Administración de Aerolíneas Argentinas aprueba la suspensión de pagos

La propuesta de suspensión de pagos ha contado, según han informado fuentes de la SEPI, con el apoyo del Gobierno argentino, accionista minoritario de la empresa.

El Directorio (Consejo de Administración) achaca la decisión a la negativa del sindicato APTA a aceptar el plan director diseñado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (accionista mayoritario) para reflotar la aerolínea.

"El Directorio (Consejo de Administración) lamenta profundamente llegar a esta situación, debida a la actitud intransigente de dos de los gremios que han puesto en riesgo cierto la continuidad de la fuente de trabajo", dice un comunicado de la empresa.

El presidente de la compañía aérea, Patricio Zabalía, ha sido facultado por el directorio (consejo de administración) para llevar a cabo todos los trámites legales, han indicado las fuentes.

A partir de ahora, se dispone de un mes para nombrar a los síndicos que se hagan cargo de determinar el activo y el pasivo de la empresa.

El comunicado agrega que el presidente de Aerolíneas Argentinas, Patricio Zavalía, queda encargado de "llevar a cabo todas las presentaciones inherentes a la presentación en concurso preventivo".

Los trámites han sido encomendados al bufete de abogados Fargosi y Asociados para que representen a Aerolíneas Argentinas en el proceso que debe ser presentado ante los tribunales de Buenos Aires en las próximas horas.

En el mismo comunicado, el directorio de Aerolíneas Argentinas, así como los accionistas, "expresan su firme voluntad en la búsqueda de soluciones que permitan superar la situación creada", dentro de las alternativas que ofrecen las leyes.

La decisión, que ya había sido anunciada el viernes pasado por la SEPI, fue adoptada en medio de intensas exhortaciones, tanto de la empresa como del Gobierno argentino, para que el plan diseñado por el "holding" público español sea respaldado por los sindicatos.

Como parte de estos esfuerzos está previsto que se reúnan en las próximas horas con la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, los siete sindicatos de Aerolíneas Argentinas.

Último llamamiento

En medio de una creciente ola de antiespañolismo en Argentina y con la imagen de la primera jornada de boicot organizada por los sindicatos contra intereses españoles en Buenos Aires, el Gobierno argentino había hecho hoy un "último llamamiento" al sindicato de técnicos aeronáuticos para que aceptase el plan de saneamiento de Aerolíneas Argentinas antes de que la compañía convocase a un concurso de acreedores (suspensión de pagos).

La empresa, que tiene unos 180.000 millones de pesetas de deuda, tiene paralizadas parcialmente sus operaciones por falta de ingresos al no poder aplicar el plan director, similar al que se ejecutó en Iberia desde 1995 y con el que el Gobierno español pretende sanearla y proceder a su venta.

La crisis de la empresa preocupa a los diputados argentinos que, horas antes de que se declarase oficialmente en quiebra, han aprobado una resolución en la que piden a su Gobierno que adopte varias decisiones para lograr una salida a la crisis de Aerolíneas Argentinas.

En este sentido la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, ha convocado a las autoridades de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) a un encuentro previsto para las 15.00 hora local (20.00 hora peninsular). Bullrich ha explicado que el encuentro estará "llamado a la reflexión para evitar que se entre en un camino en el que las cosas se pueden complicar y ser mucho más duras para los trabajadores" de Aerolíneas Argentinas.

APTA es el único de los siete sindicatos aeronáuticos que se opone a lo que propone el Plan Director de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, que controla y gestiona la empresa.

El secretario general de APTA, Ricardo Cirielli, ha confirmado que asistirá a la reunión con la ministra Bullrich, aunque ha reiterado que su sindicato no aceptará al Plan Director.

En declaraciones a distintas emisoras de radio de Buenos Aires, Bullrich había admitido que la convocatoria de acreedores de la empresa era una alternativa que le causa "mucho miedo". "Yo lo hubiera preferido evitar, pero si no se puede porque los gremios no se ponen de acuerdo lo que queremos es cada uno sepa lo que puede pasar. Estamos haciendo un último llamado para ver si logrando la firma (aceptación del plan de la SEPI) podemos evitar entrar al concurso de acreedores", había señalado.