_
_
_
_

El BCE justifica el mantenimiento de los tipos en nuevas presiones inflacionistas

El Banco Central Europeo (BCE) ha hecho público hoy su Informe Anual 2000, en el que su presidente, Willem F. Duisenberg, ha vuelto a defender que los tipos de interés deben mantenerse en el 4,75% actuales, ya que la institución monetaria europea no descarta hoy nuevas presiones inflacionistas sobre las economías de los países de la zona euro.

El BCE hace un balance, en general, "positivo" de los dos años de existencia del euro y asegura que hay motivos reales para ser optimistas con respecto a las perspectivas de la economía de la eurozona, aunque advierte de que todavía hay algunos factores de riesgo al alza para los precios, e insta a los gobiernos a que sigan avanzando por la senda de la estabilidad presupuestaria.

El máximo representante de la institución monetaria ha lanzado un mensaje alentador sobre el futuro de la economía de la Zona Euro en el que ha insistido en mantener la estabilidad de precios a medio plazo plazo con "determinación" en aras a que los doce países de la zona euro sean "menos vulnerables a las perturbaciones económicas que en el pasado".

"Todavía queda un largo camino por recorrer, pero es mucho lo que se ha logrado hasta ahora", afirma el presidente del BCE, que dice en el prólogo del informe que "se ha prestado excesiva atención, sobre todo entre el público, a la depreciación del euro". Duisenberg cree que la "brecha entre percepción y realidad" se cerrará cuando el euro circule físicamente en 2002.

Junto con el mensaje de optimismo la autoridad monetaria se ha referido al paro como "inaceptablemente alto", y ha recomendado una vez mas a los gobiernos reformas de carácter estructural del mercado de trabajo, aplicadas de forma "coherente", y que sigan "avanzando por la senda del ajuste presupuestario".

Duisenberg también ha atribuido la reciente reducción de los déficit públicos al bajo nivel de los tipos de interés y a unas tasas de crecimiento más altas de lo previsto, mas que a las medidas puestas en marcha por los gobiernos.

Por su parte, el vicepresidente del BCE, Christian Noyer, ha rechazado los consejos del Fondo Monetario Internacional (FMI) o las críticas que sobre la necesidad de seguir el ejemplo de la Reserva Federal norteamericana (FED) de reducir el precio del dinero para incentivar la economía. En este sentido Noyer ha reafirmado que comportamiento de la institución monetaria que representa debe a su compromiso de mantener a medio plazo la estabilidadde precios, cuestión que puede estar afectada a "efectos externos".

Siguiendo la línea de su presidente, Wim Duisenberg, Noyer ha puesto de manifiesto la necesidad de contener las subidas salariales para que las subidas de precios provocadas por el petróleo, las crisis alimentarias y la subida de las importaciones no se vean trasladadas a los costes laborales.

Saneamiento presupuestario

"La favorable evolución económica de la zona del euro se ha visto facilitada por los avances logrados en materia de saneamiento presupuestario", ha comentado Duisenberg añadiendo que también se ha debido a la moderación salarial, las reformas estructurales y la estabilidad de precios. Si estos logros se mantienen, augura, se aumentará el potencial de crecimiento europeo en los próximos años y se estimulará la reducción del desempleo.

No obstante el presidente del BCE admite que existe actualmente una mayor incertidumbre sobre el crecimiento de la zona a medio plazo, pero aprecia "en cierta medida, a nivel microeconómico, que la situación puede cambiar en el futuro". El motivo que apunta para explicar la incertidumbre es que no se detectan "indicios claros de un mayor crecimiento potencial de la zona como consecuencia de la aparición de la nueva economía".

Duisenberg ha destacado que todo el mundo prepare "a conciencia" para la última etapa de la transición a la nueva moneda y concluye que una de las ventajas de la zona euro es que probablemente ahora sea menos vulnerable a perturbaciones económicas que en el pasado.

El informe del BCE recoge también el balance económico del Eurosistema del año 2000, que muestra que el pasado año se cerró con un beneficio de explotación de 4.600 millones de euros, descontadas las provisiones especiales de 2.600 millones de euros para hacer frente a los riesgos de tipo de cambio y de tipo de interés.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_