Camuñas mete al Sevilla en un lío
El Villarreal respira tras un partido alocado y deja muy tocado el proyecto de Marcelino
El Sevilla se despeña de la mano de Marcelino, un entrenador superado por las circunstancias y que da la sensación de haber perdido el norte y de tomar decisiones a la desesperada. Realmente, no sabe ya qué hacer para enderezar el rumbo de un equipo que acumula siete partidos sin conocer el triunfo y se ha alejado de su objetivo, la Liga de Campeones, para acercarse de forma peligrosa a los puestos más delicados de la clasificación. El Sevilla, hoy en día, es un grupo a la deriva, sin identidad, en el que igual juega Kanouté de titular que se tira dos meses sin hacerlo por unas presuntas molestias en la espalda. Un Sevilla mustio, sin alma, al que Marcelino jamás ha tomado el pulso desde su fichaje, el pasado verano. La destitución del asturiano cobra ahora mucha fuerza.
SEVILLA 1 - VILLARREAL 2
Sevilla: Varas; Coke (Trochowski, m. 46), Fazio, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Medel (Reyes, m. 46), Rakitic, Manu del Moral; Kanouté y Negredo. No utilizados: Palop; Cala, Campaña, De Mul y Babá.
Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Musacchio, Oriol; Bruno, Senna; Camuñas, Borja Valero (Martinuccio, m. 91), Cani (Marchena, m. 83); y Joselu (Hernán Pérez, m. 74). No utilizados: César; Zapata, De Guzmán y Castellani.
Goles: 0-1. M. 21. Borja Valero. 1-1. M. 33. Bruno, en propia puerta. 1-2. M. 80. Camuñas.
Árbitro: Del Cerro Grande. Expulsó (m. 92) a Oriol por dos tarjetas amarillas. Amonestó también a Coke, Escudé (será suspendido), Bruno (será suspendido), Gonzalo, Camuñas y Cani.
Unos 35.000 espectadores en el estadio Sánchez Pizjuán.
El técnico local no sabe ya qué hacer para arreglar los problemas
Senna y Borja lideran a un cuadro amarillo con más estilo y las ideas claras
El Villarreal llegó a la capital de Andalucía en los puestos del descenso y obtuvo un triunfo vital con merecimiento, siendo superior la mayor fase del encuentro gracias a la calidad de sus centrocampistas. Diez meses después, el equipo amarillo consiguió ganar fuera de casa, ayudado por el planteamiento demasiado atrevido de Marcelino, quien en la segunda mitad se lanzó a por el triunfo de manera desesperada, apostando por una defensa de tres y una acumulación de jugadores en el ataque tan valiente como ineficaz.
El Sevilla convirtió el segundo tiempo en una ruleta rusa y, en el festín de ocasiones que se produjeron por ambos bandos, acabó triunfando el Villarreal. Harto de perdonar al conjunto andaluz, con frivolidad incluida de Borja Valero, Camuñas acertó ante Varas y convirtió Nervión en un auténtico polvorín. Ayudó también Diego López con dos intervenciones de categoría ante Negredo y Navas. Fue inteligente el Villarreal, que volcó su juego de ataque por la banda derecha, una autopista en su favor con Navas lanzado al ataque. Por ahí caracoleó Borja Valero una y otra vez, escoltado por Senna, majestuoso en el pase y el corte. Este equipo, con Rossi o Nilmar arriba, seguramente habría decantado a su favor el encuentro mucho antes de que lo hiciera Camuñas.
El excelente propósito del Villarreal quedó plasmado desde muy pronto con Medel y Rakitic situados en línea en el centro del campo, pasto fácil de las incursiones de Borja y Cani. Sufrió el Sevilla desde el principio del partido y solo le mantuvo vivo la falta de contundencia del Villarreal y los escarceos de Navas, incansable ante el derrumbe de su equipo, único rescoldo de una etapa dorada que ahora se antoja lejanísima. Ángel asistió a Borja Valero en una jugada fantástica de fútbol total y a la irrupción del jugador pretendido en su día por Monchi reaccionó Navas con un centro que alojó en su portería Bruno. Luego, Marcelino decidió morir matando y el Villarreal, a lo suyo, acabó con su valentía de un plumazo, con fútbol y goles, con talento ante tanta desesperación.
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