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OPINIÓN
Columna
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Red social bursátil

Joaquín Estefanía

En tiempos económicamente convulsos como los actuales no suele ser general que las empresas salgan a los mercados de valores para financiarse. Por ello ha levantado tanta expectación el anuncio de Facebook, la red social digital de Palo Alto (California), de que saldrá a Bolsa para obtener alrededor de 5.000 millones de dólares por un porcentaje muy minoritario de su capital. Será la mayor oferta pública de venta de acciones de la era de Internet, y competirá en atractivo, por ejemplo, con la de Google en el año 2004, es decir, antes de que el mundo entrase en la Gran Recesión.

Quienes conocen la forma humilde en que nació Facebook hace ocho años o han visto la película La red social -con guión del genial Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca)- no pueden quedar más que impactados de que se estime el valor de esta puntocom de última generación entre 70.000 y 100.000 millones de dólares. Pero si los usuarios de la misma (alrededor de 840 millones) fuesen habitantes de un país, este sería el tercero del mundo por número de pobladores, inmediatamente detrás de los dos grandes BRIC, China e India.

¿La presencia de Facebook en la Bolsa inaugura una nueva época de lo digital en los mercados bursátiles?

En los papeles entregados al regulador bursátil americano (SEC), la empresa fundada por el ciudadano Mark Zuckerberg (al que denuncian los que creen que estando en la Universidad de Harvard les ha robado la idea de una red social, ante el rector Larry Summers, antiguo asesor económico de Bill Clinton y, posteriormente, de Barack Obama), se aportan algunos de los datos de la empresa: una facturación en 2011 de 3.700 millones de dólares y unos beneficios muy poco inferiores a los 700 millones; una estructura de capital de alrededor de 1.200 accionistas (entre ellos, el banco de inversiones Goldman Sachs y Microsoft); un presidente fundador (Zuckerberg) con derecho a nombrar a su sucesor, que posee el 28,4% de las acciones, pero que tiene los derechos políticos de más del 57% del total del capital; o un genio en sus filas, como es la directora de operaciones Sheryl Sandberg, cuyos emolumentos son superiores al del antiguo alumno de Harvard.

¿Inaugura la presencia de Facebook en la Bolsa una nueva etapa de lo digital en los mercados de valores? ¿Qué tiene que ver la misma con la de principios de siglo, que generó una burbuja tecnológica cuya explosión figura entre los precedentes más inmediatos de la actual crisis económica (junto a la corta recesión en EE UU alrededor de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y las estafas de la América Corporativa que se identifican en la empresa Enron)? Facebook subraya algunos de los problemas que son sus principales debilidades: la enorme dependencia de la coyuntura publicitaria (en los instrumentos informáticos tradicionales, como son los ordenadores) y los cambios que significarían para su operativa y su negocio las limitaciones relacionadas con la privacidad y la protección de datos. -

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