Dos modestos al ataque

Valió la pena, pese al frío. Dos equipos modestos al ataque, sin especular ni un átomo. Hasta el final. Son casi dos meses sin ganar en Liga, pero el Levante parece salir de la crisis. Ha recuperado el brío, aunque sigue sin contar con la suerte. Hizo debutar al delantero argelino Ghezzal y este dejó buenas sensaciones. El Racing tuvo personalidad. No renunció a nada. Y marcó en una jugada preciosa, llena de toques. Puede estar orgulloso.

El Zhar es tan imprevisible que unas veces se lleva las reprimendas de la hinchada; y en otras la levanta de sus asientos. De espaldas a la portería de Mario, sin mirar, se inventó un pase a Xavi Torres que este, en posición de extremo derecho, convirtió un centro al cabezazo de Koné desde la misma raya de gol, su séptimo tanto en la Liga.

Siempre con Rubén como maestro de ceremonias, el Levante recuperó la confianza y ofreció unos minutos chispeantes. Atacando por todos los frentes, se plantó dos veces con ventaja ante Mario, que debutaba en la Liga. A lo grande, desviando dos remates a quemarropa, el primero un derechazo de Koné y el segundo un cabezazo de Botelho.

Antes, un valiente Racing había podido poner la proa si hubiera aprovechado algunos de sus centros al punto de penalti, sobre todo de Arana.

Los jugadores granota se marcharon al descanso discutiendo, señal de que el partido estaba muy vivo, de área a área. Ante un frío glacial, "7.565 valientes", según la megafonía del estadio, habían disfrutado de la primera parte.

Juanjo González optó por Acosta para darle más recorrido al Racing. Pero consiguió más paciencia para elaborar una jugada muy larga coronada con el zurdazo de Arana a gol desde la corona del área.

JIM recuperó a Valdo, tan profundo como desafortunado en el tiro. Los dos queriendo ganar hasta el final. Más los granota con la entrada de Ghezzal, movilidad y potencia para acompañar a un Koné, eso sí, ya muy cansado. Abandonado por las fuerzas y la fortuna de la primera parte del campeonato.