Un juego español para la PSP Vita
Tras el éxito de 'Invizimals', el estudio barcelonés de Novarama lanza las peleas gamberras de 'Reality Fighters', en exclusiva para Sony
Dani Sánchez va camino de convertirse en el empresario del año. Acaba de tirar la pared del piso de al lado para que le quepan todos sus empleados y más. "Estamos preparados para 40 personas". A Dani Sánchez le van bien las cosas. Es el director de Novarama, el único estudio español que Sony ha contratado en exclusiva para nutrir de juegos a la consola PSP Vita.
El ambiente del piso del Ensanche barcelonés es el que podría haber en Silicon Valley o en Pixar: una docena de jóvenes (solo una mujer) hipnotizados ante un ordenador, con sus polígonos, sus muñecotes haciéndolos poco a poco más creíbles, casi de carne y hueso. La única decoración son fotos de luchadores de Reality Fighters.
El videojuego es "como un baile de disfraces que acaba a bofetadas"
El día 22, Sony pone a la venta en todo el mundo, este juego creado y desarrollado íntegramente en España para la consola portátil PSP Vita. Sony ha confiado en la imaginación y osadía de Dani Sánchez. "Hemos hecho un juego de combates con un punto gamberro", explica Sánchez. "Que el jugador clásico pueda dar puñetazos a todos los niveles, pero sorprendiendo con un toque gamberro y divertido".
El reto no es fácil: reír a tortazo limpio. El héroe es el propio jugador, que escoge cara, la suya propia o la de su héroe, y así pelear, por ejemplo, Guardiola contra Mourinho, "o Esperanza contra Rajoy", puntualiza Sánchez. El jugador elige sexo, pelo, accesorios y ropa, con sus colores, en una variedad de combinaciones que superan los ocho trillones. Las prendas se adaptan al tono muscular, que va de la anorexia al cachas con solo pasar el dedo por la pantalla.
Aparte del amplio fondo de armario, la originalidad reside en sus 15 modos de lucha, de las clásicas artes marciales a otros más locos como el break dance, la bailarina con tutú o el macarra Tony Manero. "El juego es como si un baile de disfraces acabara a bofetadas. Así lo resumí a los japoneses cuando les expliqué el juego", recuerda Sánchez. Y les debió convencer, porque Sony le contrató en exclusiva. "Es un juego ecléctico; para los jugones y para los que quieren echar unas risas, pero con profundidad de juego. La bailarina puede derrotar a Karate Kid".
Las risas, principalmente, llegan con el vestuario escogido... el hombre-vaca, la mujer-dinosaurio..., todo lo que dio de sí la imaginación de los creadores de Novarama con las 500 piezas de ropa del catálogo que el jugador irá ganando, o perdiendo, en las peleas. "El ganador puede quedarse con tu disfraz, y también hacerse una foto y colocarla inmediatamente en Facebook". La F de la red social aparece siempre en la pantalla de la Vita, pues se puede jugar online, comparar la puntuación con tus amigos o con todo el ciberplaneta.
Por si la imaginación local no era suficiente, Novarama pidió a las distintas regiones de Sony que les enviaran ideas de disfraces. Los ingleses aportaron un Beefeater, los escoceses un Braveheart, y de Japón llegó, cómo no, lo más raro. "Creíamos que estaban de broma", recuerda Jorge, responsable del área de creación del personaje. "Nos mandaron la foto de un japonés metido en un traje de lycra a lunares verdes y blanco". El disfraz forma parte del juego.
El 60% de la animación son movimientos de lucha. Una docena de personas trabajan en ello. "La consola Vita es ocho veces más potente que la PSP", explica Sánchez. "Trabajamos al doble de velocidad que con la PSP, a 60 fotogramas por segundo; una patada rápida son tres fotogramas. Una animación nos llevaba de media dos días de trabajo. Y tenemos 2.000".
En Reality Fighters, el superhéroe triunfa sobre un zombi gracias a su arma secreta, un carrito de la compra. Y Tony Manero acaba eliminado a un pistolero del Far West disparando su botella de champán y si tienes muchos puntos se puede echar mano de un arma infalible: la máquina cortacésped.
"El ocio es sorpresa; no repetir siempre lo mismo. Reality Fighters son peleas gamberras", Y concluye Sánchez. "Nos ha quedado bonito".
Millones de 'Invizimals'
Una vitrina guarda los trofeos de la empresa, como lo haría el Barça o el Madrid con sus copas. En el centro dos premios del E3, la feria de Los Ángeles dedicada a los videojuegos. "Los galardones más preciados", puntualiza Sánchez. Y a su alrededor distinciones por su juego Invizimals. "La tercera versión ya está colocada como la más vendida. En total llevamos vendidos más de millón y medio". Invizimals fue el fenómeno que lanzó a la fama internacional al estudio Novarama, gracias a la originalidad de asociar el videojuego a la realidad aumentada. El éxito le hizo saltar del videojuego al merchandising total: cromos, muñecos.... Ahora mismo se venden en los quioscos los pequeños monstruitos de Invizimals. Sánchez sigue con la realidad aumentada en Reality Fighters. "Sería absurdo no hacerlo. Empresas de videojuegos hay muchas en el mundo; que sepan además de realidad aumentada, aparte de la nuestra, muy poquitas".
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