El circo de los Grimaldi

Todavía existen noticias oxigenantes. Sobre todo, en Mónaco, uno de los escasos lugares que habría que proteger del inminente apocalipsis para convencer a los extraterrestres de lo felices que fuimos. ¿Que el paro golpea también al Principado? ¿Que peligra la vida de Carlota Casiraghi por el acoso mediático? Qué más da. El espectáculo de los Grimaldi debe continuar. Esta semana, Pauline Ducruet, hija mayor de Estefanía de Mónaco, vino a alegrar la cara de Montecarlo.

Su comparecencia estelar en el Festival de Circo, fundado por su abuelo Rainiero en 1974 y presidido actualmente por su madre, certificó lo que la prensa carnívora reclama antes de que a Carlota le salga media pata de gallo. ¡Ya hay recambio! A falta de alcanzar la mayoría de edad (no cumple los 18 años hasta mayo), ha probado su capacidad para enfundarse en las creaciones del tito Lagerfeld, modisto oficial de su casa. Ya lo vimos en el duelo de chaneles que se marcó con su prima Carlota en la boda de Alberto y Charlene.

Su madre fue expulsada de incontables cole- gios. ella ha ade-lantado un curso

Muy pocos meses después, la niña ha dado un estirón que permite que se invoque una vez más el espíritu de Grace Kelly. Eso servirá, por el momento, para distraer la atención sobre la juventud rebelde de su mamá o el errático comportamiento de su progenitor, Daniel Ducruet. Pero, a poco que la niña quiera estar informada de las voces de afuera del palacio, no tiene más que acudir al inclemente Google para situar sus orígenes biográficos. Estefanía, una locatis consumada ya a su misma edad, fue expulsada de incontables colegios antes de entregarse a una carrera artística tan fascinante como efímera. Su padre, exguardaespaldas de Estefanía, colecciona titulares freaks: desde el que provocara su divorcio por ser fotografiado intimando de más con una exmiss belga hasta el de la condena a pagar una multa por agredir a dos empleados del club nocturno del que es socio, pasando por un infausto montaje promocional en España junto a Marujita Díaz.

Pauline, en cambio, es una estudiante ejemplar. Incluso ha adelantado un curso y ya planea matricularse en Ciencias Audiovisuales. Antes la veremos ejerciendo de gloria nacional y enfrentándose una vez más, de paso, a las insistentes comparaciones con Carlota. Mientras esta última triunfa como amazona por el mundo, Pauline ya se perfila como la nueva esperanza deportiva del Principado: participará en la disciplina de salto de trampolín en los próximos Juegos Olímpicos de Londres. | BORJA BAS