"El Madrid nos obliga a ser mejores"
Iniesta ensalza al líder y se muestra feliz por que todos los jugadores hayan rebajado la tensión vivida en los últimos clásicos: "Lo bonito es poder abrazarnos al final"
El año 2010 no se le dio nada mal; al contrario: ganó la Liga y el Mundial en Sudáfrica, con un gol suyo. El año 2011 no le fue peor; al contrario: celebró su quinta Liga y su tercera Copa de Europa, alcanzando la cifra de 20 títulos en su palmarés. Además, fue padre. Andrés Iniesta (Fuentealbilla, Albacete; 1984) parece dispuesto a que 2012 sea mejor. Y dicen los que le conocen que, aunque no lo parezca, es muy tozudo.
"Está que se sale", admite Xavi, su gran valedor. "Siempre lo he dicho, para mí es uno de los mejores jugadores del mundo", le reconoce Messi. "Ya sé que es culpa mía, que no os dejo, pero la verdad, me gustaría que vierais cómo se entrena. Tendríais que verlo", ha dicho Guardiola recientemente. La sensación de que Iniesta está en plena madurez como persona y como futbolista, mezcla del control de Xavi y el desequilibrio de Messi, inunda la ciudad deportiva y se manifiesta en el campo en cada pase, en cada control. Ha estado parado casi dos meses desde que empezó la temporada por lesión, y no ha marcado en la Liga, pero fue decisivo con un gol en la Supercopa contra el Madrid y lleva encadenada una racha de 45 partidos consecutivos sin perder. Ayer no quiso ponerle nota a la primera vuelta, pero convino: "Tenemos que mejorar fuera de casa, hay un rival que ha hecho las cosas mejor que nosotros y será difícil porque el Madrid fallará poco. Tenemos la ilusión de luchar hasta el final por conseguir la cuarta Liga consecutiva".
El volante fue contundente al reconocer: "Para conseguirlo debemos tener números extraordinarios fuera de casa". Mostró su deseo de que el partido en Málaga (1-4) marque tendencia después de dejarse 11 puntos en sus visitas: "No renunciamos a la Liga, pero el Madrid fallará poco porque es un equipazo. Estamos obligados a ser mejores cada año, a superarnos, porque el Madrid nos obliga. Es el reto que tenemos, crecer como equipo y volver a optar a todos los títulos". Lleva tres copas en lo que va de curso y mañana se juega la posibilidad de seguir aspirando a la del Rey. Y avisa: "No tenemos ventaja ni son los cuartos de final. Sencillamente, es el Madrid y puede pasar de todo".
Iniesta renuncia a afrontar la visita del Madrid al Camp Nou especulando con la ventaja cosechada en la ida. "No sabemos cómo se hace", admite antes de agradecer que la tensión se haya rebajado: "Todo fue muy tenso el año pasado, más de lo que tenía que haber sido. Quizá este año todos hemos bajado el tono de las cosas un poco y ha vuelto la normalidad". Para Iniesta lo bonito de un partido como el clásico es abrazarse a sus rivales al final. "Poder saludarnos, abrazarnos al acabar el partido. Esto es deporte, nunca puedes perder el respeto con los compañeros. Solo recuerdo esta tensión en la temporada pasada. Los clásicos anteriores siempre fueron muy normales".
Tal vez para no echar más leña al fuego, rehuyó darle muchas vueltas al tema de Pepe: "Las imágenes son las que son, las opiniones son las que han dicho y él dijo que fue involuntario. No sé si el Comité tendría que actuar para que no ocurriera más, no es la primera vez que pasa, pero es algo que se me escapa".
Solidario en el campo y fuera, Iniesta subasta estos días las botas que usó en el Barça-Real Madrid de 2009 a beneficio de la fundación Sanfilippo Barcelona, que busca recursos para financiar la investigación sobre una enfermedad que, a día de hoy, es incurable.
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