Pedro antes que Pepe

Pep Guardiola compareció en escena antes de subirse al avión que llevó ayer a su equipo a Málaga, donde hoy se medirá al conjunto de Manuel Pellegrini en el partido que debió abrir la temporada y que quedó suspendido por la huelga de los futbolitas. Como es habitual, se le preguntó por todo y por más y el entrenador del Barcelona no rehuyó las cuestiones, pero resultó evidente que el regreso de Pedro le importa más que las disculpas de Pepe tras pisotear a Messi o las alusiones de José Mourinho a Busquets para defender la sinceridad de su futbolista.

Dejó claro Guardiola de buenas a primeras que no estaba dispuesto a pisar según qué charcos y puede que se mordiera la lengua, pero lo que es seguro es que fue consecuente con el cargo que ocupa. "El club ya ha dicho lo que tenia que decir", avisó de entrada cuando se le instó a valorar la decisión del Barça, que optó por no denunciar la agresión de Pepe a Messi ante el Comité de Competición, justamente lo contrario que hizo el Madrid con Busquets tras las semifinales de la pasada Champions. A Messi le queda aún la marca del pisotón.

Igualmente, Guardiola salió por peteneras cuando le instaron a valorar las palabras de Mourinho -"no respondo a las ruedas de prensa de mis colegas", dijo al respecto- y despachó con pocas ganas la pregunta sobre Pepe. "Si ha dicho que fue involuntario, pues... fue involuntario. Él sabrá", zanjó el tema.

Le cambió la cara al valorar el regreso de Pedro. El canario recibió el alta médica tras la sobrecarga en el bíceps femoral de la pierna izquierda que sufrió en Pamplona. "Es una muy buena noticia. Se trata de un jugador por el que siento mucho cariño y que nos da muchas cosas", valoró Guardiola, consciente de que la plantilla está justa tras las lesiones de Villa y Afellay. Además, el equipo encara el tramo final del que considera "el mes más duro del año". Explicó las razones: "Vienes de las vacaciones, está la climatología y el nivel de exigencia es muy alto en todos los sentidos. Es un mes que desgasta mucho porque o estás fuera o estás en la final de una competición tan importante como es la Copa y además tienes la Liga", recordó. No cree, sin embargo, que a Messi se le haya hecho especialmente dura la cuesta de enero.

Asume, en cualquier caso, que la exigencia es mayor que en años anteriores porque, sencillamente, no hay margen de error en la persecución al Madrid: "No podemos perder más puntos porque estamos por debajo de un rival que no pierde puntos y no podemos dejarnos más".

La clave para tener posibilidades de luchar por el título al final de curso es "asumir como una normalidad el rendimiento del partido de Copa contra el Madrid". Para empezar, esta tarde, en Málaga, contra un equipo "muy sólido, con un técnico y unos futbolistas de mucha experiencia, con laterales profundos, extremos que saben jugar y jugadores en punta que van al espacio. En general, jugadores de mucha calidad". Guardiola conoce perfectamente la receta para conseguirlo: "Correr un poco más y también atacar y defenderse un poco más".