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La policía local de Salt patrullará dentro de los edificios más conflictivos del centro

El Ayuntamiento desplegará agentes en las comunidades que lo soliciten

La policía local de Salt (Gironès) podrá patrullar en los pasillos y las zonas comunes de los edificios de pisos de las zonas conflictivas de la localidad si la comunidad de vecinos lo solicita. El Ayuntamiento pondrá en marcha próximamente una prueba piloto del programa Pasillos limpios y seguros para evitar delitos como el tráfico de drogas en los bloques. La idea surgió tras una visita del alcalde, el convergente Jaume Torramadé, a Nueva York, donde hace años que la policía lleva a cabo un programa similar para evitar "el consumo y la venta de drogas y expulsar a los no residentes". Los policías tendrán la llave de los edificios y entrarán de forma aleatoria para aprovechar el "factor sorpresa", explica Torramadé. También podrán actuar si algún vecino lo solicita. El programa nace con espíritu disuasorio. "Pondremos un vinilo en la puerta que anuncie que la comunidad está adherida al proyecto", afirma el alcalde. Las comunidades deben decidir en asamblea si desean formar parte del proyecto y firmar un convenio con el Consistorio. El Ayuntamiento no aumentará de momento los efectivos de la policía local y solo aceptará una comunidad nueva cada semana.

El Consistorio carece de datos sobre cuántos delitos se cometen en el interior de los edificios. El proyecto se iniciará en el barrio del centro, donde se producen frecuentes conflictos de convivencia y en el que se concentran el 80% de los inmigrantes (hay unos 30.000 en Salt). El anterior Consistorio, gobernado por el PSC, intentó poner en marcha un plan que preveía la demolición de 600 viviendas (el 10% del parque de la zona) para esponjar y ordenar el barrio, proyecto desestimado por el alcalde actual.

"El proyecto dará tranquilidad a la gente", afirma Torramadé, que se presentó a las elecciones con un programa centrado en la seguridad ciudadana. Otro objetivo es facilitar el contacto entre policía y residentes, de modo que permita a las fuerzas del orden recabar información más fácilmente. Salt tiene la figura del policía de barrio, un agente que patrulla a pie para contactar con los vecinos.

La exalcaldesa Iolanda Pineda (PSC) pone en duda la eficacia de la medida. "La mayoría de los problemas de las comunidades de vecinos son de convivencia, no de seguridad", afirma. "La policía ya acude a las viviendas cuando se la necesita. Si están en los bloques, no estarán en la calle, donde más falta hacen", dice Pineda.

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