Motonáutica, solo en el 'exilio'
El pantano de San Juan, el único navegable, no permite motos de agua
Madrid no parece, a priori, el lugar más indicado para navegar en barco. Pero el embalse de San Juan -en los municipios de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, al oeste de la región- es sede de tres clubes náuticos, uno de ellos de motonáutica. La Federación Madrileña de Motonáutica expide al año unos 40 permisos para pilotar barcos de recreo. Una cifra similar al número de licencias deportivas, la mayor parte (30) de motos. El resto de permisos sirven para pilotar barcos en miniatura por radiocontrol, un deporte que también regula esta federación.
El pantano de San Juan es el único de Madrid en el que se puede navegar (tanto barcos de vela como de motor, pero no motos de agua). En los demás está prohibido por la Confederación Hidrográfica del Tajo. Eso lo convierte en algo así como la meca de la motonáutica en Madrid, que puede vanagloriarse de contar con dos campeones de España.
San Martín de Valdeiglesias pide un centro de vela a la Comunidad
"Y eso que no tenemos la posibilidad de competir en ningún pantano madrileño, y por eso nos tenemos que ir a Los Ángeles de San Rafael, en Segovia, a un pantano que hay dentro de una urbanización. Pero ya el año pasado tuvimos ciertos problemas, pues se queda pequeño para unas motos que de serie tienen 300 caballos", explica el presidente de la federación, Carlos Vela.
"Solo en una ocasión nos han dado permiso para organizar una competición en San Juan, hace unos años, y fue un éxito. Desde entonces, nada de nada, tenemos que llegar a acuerdos con otras comunidades autónomas con costa o ir a Los Ángeles de San Rafael. Por eso el año pasado no organizamos ninguna competición", se lamenta.
No obstante, Vela es consciente de que su deporte no puede ser una prioridad para la Comunidad de Madrid, pues el número de aficionados es muy limitado en comparación con otros: "No queremos competir con deportes como el fútbol, en el que para jugar solo necesitas un balón. Nosotros necesitamos un mínimo de 10.000 euros, que es el precio de una moto, que perfectamente puede llegar a costar 15.000 o 20.000 euros. Y a eso hay que añadir el remolque, y la gasolina, unos 70 litros a la hora, es decir, más de 100 euros a la hora", relata.
El alcalde de San Martín de Valdeiglesias, José Luis García (PSOE), respalda la prohibición de motos de agua en el pantano: "Se decidió que hacían mucho ruido. Y eso era muy perjudicial para las colonias de águila imperial, según constataron los grupos ecologistas. Yo estoy de acuerdo. Sin embargo, cualquier aficionado a la motonáutica puede surcar el pantano en su barco", resalta.
Recuerda además que, cuando no había una regulación, las motos llegaron a ser muy peligrosas. "Y muy molestas para los bañistas, ya que al ser un pantano y no estar abierto como el mar, las olas se hacen más grandes".
Para el alcalde, las posibilidades del pantano no se acaban, "ni mucho menos", en la motonáutica. "Es un lugar privilegiado para descansar y disfrutar del entorno. Aquí también se puede practicar la vela y el piragüismo. Por eso vamos a exigir, una y otra vez, a la Comunidad de Madrid que de una vez por todas construya el centro de tecnificación de vela, cuyo proyecto ya fue presentado hace años por la presidenta regional, Esperanza Aguirre".
El Consistorio cedió el suelo en 2007 y llegó a un acuerdo con la Federación Española de Vela para la formación de jóvenes. La Comunidad se encargaría del proyecto, que incluía una inversión de un millón de euros. Pero la inversión no se hizo efectiva. "Por eso queremos recordárselo a la presidenta, que surcó el pantano hace un par de años para hacerse la foto. Pero desde entonces nada de nada", relata el alcalde.
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