Medallas, ascensos y permanencias

Cuatro gallegos en el podio de los Juegos Olímpicos de Londres, al menos para igualar el hito alcanzado hace cuatro años en Pekín; Celta y Deportivo de nuevo entre los más grandes, el Lugo en Segunda; dos equipos en ACB con el Obradoiro consolidado enfocado hacia un ambicioso proyecto que le convierta en el Baskonia gallego y el Breogán de vuelta; el Octavio aparcando penurias económicas para dar continuidad a su aventura en la Asobal; Lobelle y Azkar de nuevo entre los grandes, dan la bienvenida al Burela que, por fin, lleva a A Mariña el mejor fútbol sala del mundo. Y el Liceo, como el anuncio, otra vez campeón de Europa. No es real, pero es un escenario posible: el mejor de cara a 2012, año de crisis, como la que azota a Pontevedra y Teucro, pero también de ilusiones y desafíos, de últimas opciones de medalla e inaplazables ascensos.

"No contemplo otra opción que no sea subir a Primera", dice Lendoiro

Muchas posiciones ganadas en las canchas peligran en los despachos

"Cuando empecé jamás pensé en llegar a este punto, pero es un desafío muy bonito", apunta David Cal cuando se le pregunta por Londres. En 2011 el palista cangués fue subcampeón del mundo y sacó el billete a los Juegos. Allí competirá tan sólo en la distancia de 1.000 metros, una sola bala para cumplir el reto que se ha impuesto, ser el primer español en colgarse al cuello cinco medallas olímpicas. El pasado mes de octubre inició la preparación para una temporada en la que a finales de junio competirá en el Europeo de Croacia, pero que se orienta a rendir en dos fechas clave, el 6 y el 8 de agosto.

Entre medias, el día 7 hay una cita en Hyde Park. Allí se escenificará el triatlón olímpico, posiblemente el último para Iván Raña, quizás el más importante para Javier Gómez Noya, al que aguardan los hermanos Brownlee, los favoritos que además compiten en casa. Hace cuatro años esa etiqueta era para el ferrolano, que llegó a Pekín como número uno del mundo, pero el neozelandés Docherty le apartó del podio en el sprint final. Referencia y continuador de la saga iniciada por Raña, a Gómez Noya le falta una medalla olímpica para acumular un palmarés sin igual. Y no quiere cualquiera. "Saldré a buscar el oro", anticipa. Deberá dejar atrás sus problemas estomacales, los que le hicieron flaquear en Pekín y también durante la última temporada, además de mejorar su rendimiento en natación. Al menos ahí parece ir por el buen camino porque después de tres semanas de concentración en Fuerteventura la pasada semana se presentó en los campeonatos gallegos para lograr su mejor marca personal en los 1.500 metros.

Londres está en el foco y algunos pasaportes todavía deben de sellarse. En Pekín compitieron doce gallegos. Begoña Fernández se perdió por una lesión en un gemelo de la última epopeya medallista del balonmano en el Mundial de Brasil, pero sin problemas físicos es indiscutible en un grupo que ilusiona. También el futbolista Hugo Mallo alberga esperanzas de ser campeón olímpico. Antes tiene que ayudar a resolver un trabajo que ya se demora cinco años: devolver al Celta a Primera. "Económicamente la situación está controlada, ahora tenemos que devolver a la entidad a su lugar natural en lo deportivo", asume el presidente Carlos Mouriño. Al norte, Augusto César Lendoiro prefiere no entrar en divagaciones. "No contemplo otra opción que no sea el ascenso". En el caso del Deportivo es cima o sima. Sólo un regreso inmediato a la máxima categoría le permitiría mantener su actual nivel de gasto, con un plantel que cuesta 18 millones. El club, con una deuda reconocida de 100 millones, daría inicio a una dura travesía en caso de no ascender.

El dinero no sobra y muchas posiciones ganadas sobre las canchas peligran en los despachos. Para unos cuantos la mejor noticia del año sería quedarse donde están. El Obradoiro necesita esa continuidad para completar una conversión en sociedad anónima que puede poner los pilares de un futuro estable; en Vigo, el Octavio ya ha hecho en 2011 los deberes, casi asegurada la permanencia y a la espera de disfrutar en el mes de abril de su participación en la Copa. El Voleibol Vigo tiene encarrilado también el objetivo de seguir entre los grandes, pero acostumbra a sudar más fuera que dentro de la cancha. Y la epopeya del rugby seguirá si el Iveco supera a Alcobendas o Ciencias para eludir una última posición en la que en todo caso tendría por jugar una promoción, porque la categoría crecerá de 10 a 12 equipos. Al menos pelearán ante los suyos.

Otros, como la generación de ciclistas que creció con el Xacobeo, tendrán que buscarse la vida en el exilio.