"La crisis que vivimos puede ayudar al auge del 'software' libre"
Nicholas Negroponte prepara una tableta para países pobres
Nicholas Negroponte, presidente emérito del Instituto de Tecnología de Massachusetts, continúa con su cruzada educativa. Tras el proyecto del ordenador para niños de países pobres, acaba de presentar una tableta con la que espera que los niños "construyan". Estos días ha participado en Granada en el evento Más Digital, sobre software libre. Se ha sorprendido con los proyectos de muchos pueblos y confía en que la tecnología digital ayude a preservar las cualidades de la vida rural. "Me ha sorprendido muchísimo ver esos proyectos de tantos pueblos, son muy interesantes. Uno de mis mayores intereses está en la transformación de las sociedades que normalmente se hace con la urbanización. Típicamente las zonas rurales las asociamos más con la pobreza y para el desarrollo económico vamos a la urbanización. Es una tendencia que no me gusta en absoluto y creo que la tecnología digital puede ayudar a preservar esas cualidades que tiene la vida rural". Para Negroponte, mucha gente ha usado el software libre porque era más barato, "pero ese era el motivo equivocado para utilizar una herramienta correcta. Todos deberíamos usarlo. Sería positivo que las Administraciones incentivaran su uso. En un tiempo de crisis todo lo que puedes conseguir gratuitamente puede ser beneficioso. Aunque el desarrollo muchas veces puede venir por acontecimientos más negativos. Por ejemplo, como ocurrió en Irak, la gente no podía desplazarse físicamente y usó más las teleconferencias. Fue un auge importante. Lo mismo puede ocurrir con el software libre, la crisis podría obligar a las Administraciones a adoptar medidas que vayan en esa dirección".
"Las redes sociales juntan voces aisladas y hacen que sean escuchadas"
Negroponte, que auguró poco futuro a Twitter, considera que las redes sociales son el ADN de la sociedad, y en fenómenos como el 15-M estas redes "permiten que las pequeñas voces aisladas se junten y se escuchen con más claridad".
Ahora ha presentado una tableta para distribuir entre niños de países en desarrollo. Otro paso tras su proyecto de un portátil barato con idéntico destino. "Cuando hicimos los portátiles era porque realmente no había portátil a ese precio para niños. Estamos dispuestos a fabricar dos millones de tabletas, pero lo haremos cuando haya una demanda firme. Lo más importante es que la tableta se convierta en una herramienta de construcción para los niños; de momento han sido medios de consumo, y queremos que a los niños le sirvan para construir cosas. La idea es entregar la tableta, que lleva una manivela para cargarla, a determinados pueblos de analfabetismo total. Volver un año después y ver si han aprendido".
Convencido del poder transformador de la era digital, le preocupan las reacciones arbitrarias y los obstáculos que puedan poner a su desarrollo "personas con una ideología muy derechista".
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