Günther Förg

Günther Förg (Füssen, Alemania, 1952) es un pintor, escultor y fotógrafo que se dio a conocer internacionalmente a mediados de los años ochenta. Sus pinturas más tempranas parecían mimetizar con las obras del expresionismo abstracto de los pintores americanos Barnett Newman y Clifford Still, pero pronto se distanció de estos y desarrolló su carrera dentro de la abstracción. La muestra abarca las últimas etapas de la brillante trayectoria pictórica del artista. La tendencia a la reducción caracteriza a varias de las vanguardias artísticas del siglo XX. Dentro del arte no figurativo se intentaba acceder, precisamente, a la esencia de lo figurativo. Basándose en este enfoque, Förg empezó a pintar cuadros abstractos de gran formato en la década de los noventa con estructuras en forma de rejas, inspirados en las composiciones no figurativas de Piet Mondrian, que abstraen lo figurativo hasta convertirlo en estructuras con forma de cuadrícula. Förg se apropió de este método de trabajo y lo redujo, para obtener en su obra un elaborado despliegue de colores y formas sobre la superficie del lienzo. Estos cuadros de rejilla, construidos con líneas verticales cruzándose con otras horizontales, que están presentes en la exposición, tienen un efecto arquitectónico. También se pueden ver algunas obras que reflejan una etapa de transición, en la que Förg empieza a deshacerse de las estructuras de rejas, tan habituales en fases anteriores de su carrera. Dejar de pintar los cuadros de rejilla, que le hicieron célebre en todo el mundo, fue un acto de audacia del que ha salido triunfante. Sus pinturas más recientes, que cierran la muestra, están influidas por Claude Monet. Presentan aglomeraciones de pinceladas cortas en el mismo color dispuestas unas junto a otras. Estas aglomeraciones van modificando su tonalidad a lo largo de la superficie del cuadro. Esto hace que tengan un efecto paisajístico, como si el artista hubiera capturado las fugaces armonías de luz y color de un paisaje. En el arte de Günther Förg, la forma tiene un valor intrínseco, aunque sus pinturas no sean una representación fiel de la realidad.