_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El destino

Juan José Millás

Los hombres y mujeres caviar seguirán entrando y saliendo de las tiendas de moda, de los clubes, de las marisquerías, de la ópera, de los coches de lujo (de alta gama, les dirán, para disimular el boato). Dentro de la masa de pan de nuestros sesos harán túneles, en cambio, proyectos a los que no nos subiremos, hijos o nietos que ya no alumbraremos, estudios que nunca emprenderemos. Compraremos al Estado lotería que no tocará, haremos cola en hospitales públicos sin quirófanos y perderemos la vida frente a mostradores de facturación de aeropuertos fantasmas. Por entretenernos, reservaremos mesa en restaurantes imposibles y luego cancelaremos la reserva, como secretarios de nosotros mismos. Nos llamaremos desde el teléfono móvil al fijo y desde el fijo al móvil dejándonos mensajes en los dos. No mensajes desesperados, ni amenazantes, ni raros, mensajes de no me esperes a cenar, cariño, o llegaré más tarde, amor, o han vuelto a suspenderme la Física, mamá, o al niño le ha subido la fiebre, abuela. Mensajes dóciles, de los de ya estoy en casa, me han hecho otro ERE o se ha estropeado la calefacción. En las marquesinas de los autobuses nos sentaremos junto a mujeres de tobillos gruesos, con bolsas de la compra por las que asomará un manojo de puerros. Comeremos en las cafeterías de los tanatorios los restos que abandonen los deudos: migas de sándwiches de mortadela seca y culos de cerveza caliente y trozos de tristura a la plancha, muchas veces fingida. Dormiremos con la cabeza en el lado de los pies y con los pies en el lado de la cabeza, a veces también debajo de la cama, con los ojos abiertos. Cada poco, nos agacharemos a atarnos los cordones de los zapatos, para no pisárnoslos, y así caerán las noches y los días y las estaciones y los años. Después del 15 de enero, las tardes comenzarán a ser más largas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_