La hora de la verdad para la Hermandad
Los vencedores ganan fuerza ante la inminente redacción de la Constitución
Los resultados son preliminares, pero la mayoría arrolladora de los partidos islamistas en el Parlamento de 498 diputados va a ser un hecho incontestable. Alrededor de dos tercios de los escaños serán ocupados por representantes de los Hermanos Musulmanes o del partido salafista Al Nur. No fueron precisamente los islamistas quienes se lanzaron a la calle en masa en los primeros días de la revuelta contra el dictador Hosni Mubarak. Pero, siempre atentos al pulso de la calle, se incorporaron al alzamiento sabedores de que las reformas democráticas les proporcionarían un notorio poder político.
Tras la caída del régimen en febrero de 2011, los Hermanos Musulmanes -por mucha represión que sufrieran durante décadas- han sido acusados de pactar bajo cuerda con la junta de los generales que gobiernan Egipto. Pero el momento de la fricción se aproxima. Ya hay indicios de cuáles serán los campos de batalla.
Días antes de comenzar el proceso electoral en noviembre, la junta militar nombró a un nuevo primer ministro, Kamal el Ghanzuri, y aseguró que permanecerá en el puesto hasta la celebración de las elecciones presidenciales, previstas para antes del 1 de julio. El grupo que representa a la Hermandad -Partido de la Justicia y la Libertad- advirtió inmediatamente que no permitirán que el nuevo Legislativo quede al margen de la designación del jefe del Ejecutivo, un exministro de Mubarak. Con todo, es esta una cuestión pasajera sobre la que los islamistas son más que capaces de transigir.
El Parlamento que surja de estos comicios, celebrados en tres fases, tendrá que abordar otra tarea fundamental: elegir una comisión que tendrá la misión de redactar la nueva Constitución, un asunto de enorme trascendencia para el futuro del país más poblado -más de 80 millones de habitantes- del mundo árabe. La presencia islamista en esa comisión también será decisiva. Como crucial será la actitud que adopten respecto al tratado de paz firmado por Egipto con Israel en 1979. Crecen las voces que demandan un referéndum.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.