"Los ciudadanos son cada vez más escépticos"
Janez Potocnik (Eslovenia, 1958), comisario europeo de Medio Ambiente, cree que una de las cosas que impulsa a los consumidores a comprar un producto es que este sea respetuoso con el medio ambiente, con el aire, con el agua, con los métodos de producción y la calidad del producto. Y cada vez más. Sin embargo, opina que los ciudadanos están confundidos por la cantidad de ecoetiquetas y acreditaciones que han surgido en la UE. Algo que, a la larga, genera desconfianza.
Pregunta. ¿Cómo funciona la ecoetiqueta europea?
Respuesta. La etiqueta ecológica europea es un elemento voluntario y parte de la estrategia de la UE para impulsar el mercado de productos ecológicos. Se creó en 1992 para animar a las empresas a comercializar productos y servicios más respetuosos con el entorno y romper el vínculo entre las presiones medioambientales y el crecimiento económico. Sirve para ayudar a mostrar esas cualidades al cliente. Una vez certificados, los productos y servicios se señalan con el logotipo de la flor para que los consumidores puedan identificarlos. Aunque el logo es simple, los criterios ambientales tras él son duros y están certificados por un análisis independiente.
"Cuatro de cada cinco consumidores desea productos certificados"
"Las tasas son bajas para alentar a las compañías pequeñas"
P. ¿Cuántas empresas tienen la acreditación?
R. A finales de 2010, se habían otorgado más de 1.150 licencias de etiqueta ecológica; 70 de ellas a empresas españolas. Esta acreditación abarca una amplia gama de artículos y servicios: productos de limpieza, electrodomésticos, de papel, textiles, productos para el hogar, el jardín, lubricantes... También incluye servicios como el alojamiento turístico.
P. ¿Por qué las empresas reclaman el distintivo?
R. Más de 8 de cada 10 europeos creen que el impacto de un producto sobre el entorno es importante a la hora de comprar. Y cuando ven el logotipo de la flor saben que ese elemento respeta el medio ambiente, según los estándares de la UE.
P. Pero existen muchas acreditaciones.
R. Cuatro de cada cinco consumidores desean comprar productos ecológicos, pero solo si están certificados por una organización independiente. Pero cada vez están más desconcertados -y escépticos- sobre el gran número de alegaciones que los fabricantes hacen de que sus productos son ecológicos. Están confundidos por los distintos símbolos y certificados -regionales, nacionales, privados- que se usan. Por eso, las empresas deben elegir muy bien las etiquetas que emplean, porque son sus credenciales.
P. ¿Cuál es la diferencia entre la ecoetiqueta de la UE y el resto?
R. La independencia y la rigurosidad de los criterios utilizados. La nuestra solo se concede a productos y servicios que satisfagan unos estándares muy estrictos, establecidos tras estudios científicos, consultas a organismos competentes de los Estados miembros, representantes de las ONG ecologistas, asociaciones de consumidores, la industria, los sindicatos y representantes de las empresas.
P. ¿Puede una compañía decir que un producto es ecológico si no tiene el logo de la flor?
R. Si, pero la responsabilidad de elegir cómo demostrar esa condición de una manera comprensible e identificable para el consumidor recae entonces en la empresa. Y eso puede conducir a considerables costes en marketing. La ventaja de la etiqueta de la etiqueta ecológica está en que la UE asume la responsabilidad de informar a los consumidores de su legitimidad y ventajas.
P. Los críticos sostienen que las etiquetas privadas son, en realidad, una estrategia de marketing.
R. Si las privadas se otorgan sin los análisis adecuados o con requerimientos más laxos, entonces podrían interpretarse como una manera de potenciar las ventas bajo falsas pretensiones. Y eso a la larga provoca la pérdida de confianza del consumidor.
P. La ecoetiqueta no es gratis. Las compañías pagan por tenerla. ¿A qué se dedica lo recaudado?
R. Va a las autoridades nacionales que ayudan a desarrollar el sistema de la etiqueta ecológica europea.
P. ¿Que sea un distintivo de pago no perjudica a las empresas pequeñas?
R. Las tasas son bajas para alentar a las compañías pequeñas y a las empresas de los países en desarrollo -es para todas las que venden en el mercado de la UE- a utilizarla. Además, existen reducciones a las que estas empresas se pueden acoger.
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